La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) ha dejado claro que cobrar por el equipaje de mano no es una práctica ilegal de momento porque aún no es firme la sanción de 150 millones de euros impuesta a Ryanair, Volotea, Vueling y EasyJet por parte del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. 

La multa no es firme desde el punto de vista administrativo, según ha explicado el presidente de la patronal, Javier Gándara. Ahora hay un plazo que varía en cada compañía de un mes (mediados de junio) para realizar recurso alzada ante el Ministerio de Consumo y luego el ministerio tiene tres meses para resolver. Más tarde, entra en juego la vía judicial que cada aerolínea llevará de forma individual. 

Por ello, el proceso podría alargarse varios meses más y no parece que vaya a afectar a la temporada fuerte de verano en los aeropuertos españoles. “De momento, hasta que no haya resolución no cambia nada. Y una vez que lo haya dependerá de la vía judicial y de si hay medidas cautelares”, asegura Javier Gándara.

Cabe recordar que en junio de 2023, Consumo abrió expediente a estas cuatro aerolíneas para investigar si determinadas prácticas eran abusivas. 

En concreto, se centró en cuatro prácticas: cobrar un suplemento por la reserva de asientos contiguos para acompañar a menores y personas dependientes, falta de transparencia en la información precontractual sobre el precio final del servicio, cobrar un suplemento por el equipaje de mano de los pasajeros y no permitir el pago en metálico en el aeropuerto por estos u otros servicios adicionales.

La Dirección General de Consumo instruyó la investigación y envió las propuestas de sanción y las razones a las compañías afectadas, según explican fuentes del Ministerio de Consumo a este medio.

Las aerolíneas tuvieron derecho entonces a realizar alegaciones ante la Secretaría General de Consumo y Juego. La secretaria general estudió las alegaciones y las propuestas de resolución de la Dirección General de Consumo y dictó una resolución que fue comunicada semanas atrás a las aerolíneas afectadas. 

Impacto

La patronal ha recalcado que la prohibición de esta práctica puede tener efectos sobre la economía turística española al convertirse en un revulsivo para aquellos turistas que tendrán que pagar “por servicios que no necesitan” a la hora de viajar al país. 

Así, se estiman que entre el 30% y el 40% de los pasajeros viajan sin maleta de mano, solo con el bulto incluido -que debe caber debajo del asiento delantero-.

Por tanto, ALA aboga por que España se acoja a lo que dicta la CE, que ya emitió una recomendación para que las aerolíneas unifican sus políticas de equipaje y subraya que si un país toma medidas así "unilateralmente", puede provocar “una desventaja competitiva y un poco de caos”.

Desde ALA han advertido de que la prohibición puede suponer grandes “retrasos” en la operativa de los vuelos. Hay una tendencia a llevar la maleta en cabina y no facturar, pero los aviones no tienen capacidad física para acoger todas las maletas tipo trolley de todos los pasajeros en cabina. 

En los casos en que se supera la capacidad máxima, las sobrantes deben llevarse a bodega, lo que provoca múltiples inconvenientes y demoras en la salida, que afectan al conjunto de pasajeros. Esta política comercial ha permitido reducir significativamente estas situaciones, redundando en un mejor servicio al consumidor.

“Caben 90 trolleys en cabina y hay 180 pasajeros. Los últimos pasajeros tenían que bajar las maletas a la bodega. Con estas prácticas, solo las personas que precisan llevar ese troly lo llevan y se ha reducido los retrasos”, detallan desde la patronal aérea.