A menos de un mes para las elecciones del 21-D crecen las críticas contra TV3. La televisión pública catalana, cuyos trabajadores exigieron respeto por su independencia tras la aplicación del artículo 155, ha recibido críticas desde todos los sectores durante la última semana por su parcialidad hacia el procés.
Xavier García Albiol volvía a poner a la televisión en la primera línea del fuego mediático el pasado fin de semana con unas duras declaraciones en las que afirmaba que "en el PP vamos a proponer cerrar TV3 y abrirla con gente normal". El candidato del PP a las elecciones catalanas del 21-D aseguró que "el canal autonómico es una máquina de hacer independentistas", criticando el excesivo apego de la cadena pública al cesado Govern de Carles Puigdemont.
Este sábado el líder de Ciudadanos Albert Rivera comentó las palabras de Albiol indicando que que está “absolutamente en contra de la línea que está siguiendo TV3. Es el NO-DO de Catalunya, una televisión que trabaja cada día por la independencia y así lo reconocen algunos miembros de esa televisión".
La junta electoral advierte a TV3
En esta línea, la junta electoral provincial de Barcelona falló que TV3 infringe el principio de neutralidad informativa al utilizar las expresiones “Govern en el exilio” y “consejeros exiliados” para referirse al expresident Carles Puigdemont y los cuatro exconsejeros catalanes que se marcharon a Bruselas tras ser destituidos en aplicación del artículo 155. “En lo sucesivo deberán abstenerse de su utilización”, indicó el órgano que vela por la buena marcha de las elecciones catalanas del 21-D.
Las críticas también se han producido tras conocerse que un equipo de la televisión se ha trasladado a Bruselas (ya lo había hecho la radio pública Catalunya Ràdio) a hablar con el cesado Carles Puigdemont, que en un avance del encuentro reivindicaba su labor e insistía en que el era el President legítimo de la Generalitat.
Desde la aplicación del artículo 155 y de la confirmación de que los medios públicos no serían intervenidos por Moncloa, las críticas contra la postura ideológica de la cadena dirigida por Vicent Sanchis se han intensificado. No solo no se ha moderado la cercanía al independentismo, sino que se ha dado una amplia cobertura a las críticas al gobierno central favoreciendo a tertulianos cercanos al procés.
Absoluta dependencia económica
Acusaciones de cercanía ideológica que coinciden con una absoluta dependencia económica al Govern cesado. Una cercanía consignada en los presupuestos anuales de la Generalitat. Desde el año 2011, cuando Artur Mas llegó al Govern, se han destinado 1.848 millones de euros de las arcas públicas catalanas a la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), que incluye TV3, Catalunya Ràdio y sus portales de internet.
De este dinero, 547 millones se han entregado entre 2016 y 2017, con el Govern del cesado Carles Puigdemont. Si tomamos como referencia los últimos ejercicios, el dinero entregado por el la Generalitat financia el 70% del presupuesto de la cadena, un 80% en el caso de las cuentas de 2016 presentadas por la televisión. La caída de la publicidad en las televisiones autonómicas ha sido compensada por el dinero público.
Estos 1.848 millones son la cifra más elevada que ha destinado una administración autonómica a sus medios de comunicación en el periodo y no está muy lejos de los 2.455 millones entregados por el gobierno central a RTVE en estas fechas.
El 1% se destina a TV3
La diferencia es que el dinero destinado a TV3 es proporcionalmente mucho más elevado que el de RTVE. Si tomamos como referencia los presupuestos de 2017, los 311 millones que la Generalitat destinó al CCMA representan el 1% de sus presupuestos totales, mientras que en el caso del Gobierno central el presupuesto de RTVE solo representa un 0,1% del total.
En estos siete años que han coincidido con la llegada de Artur Mas y de Mariano Rajoy a sus respectivos gobiernos, se ha aplicado un brutal tijeretazo a los presupuestos de RTVE, pasando desde los 547 millones en 2011 hasta los 347 millones en 2012. Desde 2013 hasta 2015 la cifra ha rondado los 295 millones de euros para crecer hasta los 342 millones desde 2016.
En el caso de TV3 se ha producido una caída en los presupuestos, pero de manera mucho menos pronunciada. En 2011 el presupuesto anual era de 324 millones, cayendo hasta los 225 millones en 2013 y volviendo a crecer hasta los 237 millones este año. 311 millones si le sumamos los 75 millones que la Generalitat ha provisionado para que TV3 afronte eventuales pagos a la Agencia Tributaria (AEAT) por el IVA de los ejercicios 2012, 2013 y 2014.
Una televisión deficitaria
Lo cierto es que estas cifras demuestran que TV3 no podría seguir operando sin las abultadas ayudas del Govern. En las cuentas de 2016 se reconoce una transferencia extra de 14 millones de euros para pagar los déficit acumulados en los dos últimos años que se sumaron a los 237 millones ya asignados y que demuestran que operativamente la televisión no se sostiene sin ayudas.
En las cuentas de 2016 se refleja que el CCMA ingresó solo 66,1 millones por venta de publicidad, el 20% de sus gastos totales, y consignó gastos de personal por 159 millones de euros. Para que nos hagamos una idea de lo poco rentable que es TV3, vemos que sus gastos de plantilla son superiores los de Atresmedia que registró este mismo año 131,1 millones por este concepto. La diferencia es que el editor de Antena 3 y La Sexta facturó 962 millones por publicidad.
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