Movistar está cerca de renovar la Fórmula 1. Según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, después de más de nueve meses de negociaciones, el operador de televisión está cerrando los últimos flecos para continuar emitiendo un campeonato que ofrece en sus pantallas desde 2014 y desde 2016 en exclusiva.
Las fuentes consultadas por este periódico indican que Movistar siempre estuvo interesada en renovar estos derechos, pero que las negociaciones se han ralentizado por la puja a la baja del operador, cuyo objetivo era obtener los derechos por un coste inferior a lo pagado en 2014.
Finalmente se habría llegado a un acuerdo con Liberty Media, el nuevo dueño de la F1, y a falta de firmar el nuevo contrato, se espera hacerlo público antes de que finalice este año, cuando expira el acuerdo en vigor. De no renovar el acuerdo antes del 31 de diciembre, Movistar debería retirar de su parrilla el canal Movistar Fórmula 1, algo que ya ha anunciado Vodafone.
Nueva etapa de Fernando Alonso
Ese contrato coincidiría con la nueva etapa de Fernando Alonso a los mandos de un McLaren, esta vez con motor Renault y con perspectivas de ganar carreras en 2018. No es un misterio que las malas temporadas en McLaren de Alonso han hecho que el impacto mediático del campeonato haya caído en picado, por lo que esta nueva esperanza podría jugar a favor de los intereses de Movistar.
Y es que los derechos de la Fórmula 1 -junto con los de Moto GP que Movistar también tiene en exclusiva en 2018- son fundamentales para el paquete Motor, lanzado en 2014 para fidelizar y aumentar su número de abonados.
De hecho, tras comprar estos derechos Movistar hizo su irrupción en el mercado de los derechos deportivos inclinando la balanza hacia el pago, una estrategia que se ha consolidado en las últimas dos temporadas en las que es casi imposible encontrar grandes eventos deportivos en abierto.
Condiciones de Liberty
Liberty, en nuevo dueño de la Fórmula 1, ha indicado durante toda la temporada que quiere apostar por un nuevo modelo de comercialización abriendo la puerta a las cadenas en abierto y a la retransmisión por internet.
En verano Liberty decía públicamente que la vuelta de las retransmisiones de los grandes premios en abierto solucionarían la caída de impacto mediático de sus patrocinadores. Si un número mucho mayor de aficionados pudiera seguir las carreras, se evitaría también el problema de la ausencia de las marcas en la percepción colectiva de los aficionados.
En Estados Unidos, Liberty ha firmado un nuevo contrato con ESPN, arrebatándoselo a NBC, con el objetivo de poder realizar en paralelo una señal propia para emitir sus carreras. Esto también ha abierto la puerta al interés de otras plataformas de servicios en streaming como Netflix, aunque de momento no hay nada confirmado en este sentido.