Altice Portugal ha propuesto ocho compromisos a la Autoridad de la Competencia (AdC) para obtener la aprobación de compra del grupo Media Capital, actualmente propiedad de la española Prisa. La operación de venta se cerró en julio del año pasado por un valor superior a los 400 millones de euros, aunque el montante final se quedó en 320 millones.
La operación lleva nueve meses paralizada por las autoridades regulatorias portuguesas por sus implicaciones que podría tener en el mercado de las telecomunicaciones y de las operadoras de televisión de pago. Si Altice compra Media Capital se quedaría prácticamente con el monopolio del sector.
No obstante, la venta que además es resistida por políticos, sindicatos y actores audiovisuales, podría desbloquearse en las próximas semanas tras la presentación de ocho compromisos por parte de Altice, según informan varios medios portugueses.
Buscan limitar la posición de dominio
Estos compromisos, que buscan limitar la posición de dominio de la compañía resultante, se han presentado como parte de las alegaciones a la AdC de parte de todos los actores implicados, a la espera de un fallo definitivo que se espera para finales del mes de mayo.
El primer compromiso de Altice es garantizar la autonomía del negocio de distribución de canales, contenido, publicidad y TDT, asegurando que serán responsabilidad de diferentes empresas del grupo. El segundo compromiso es la implementación de una oferta regulada de acceso a su plataforma por un periodo de entre cinco o diez años.
El tercer compromiso es no distribuir exclusivamente los nuevos canales en sus plataformas de televisión. El cuarto es asegurar que no tiene intención de limitar el acceso a los servicios de operadores de televisión concurrentes. También se ha comprometido a distribuir todos los canales de TVI.
Buena noticia para Prisa
También se garantiza la autonomía de los canales publicitarios de Media Capital durante el tiempo que duren los compromisos establecidos con el regulador. La séptima tiene que ver con el tema laboral e implica la limitación de la movilidad laboral entre las empresas fusionadas. Finalmente, se compromete a continuar a dar acceso a la TDT de manera no discriminatoria en condición de transparencia de precios.
En Prisa creen que estos compromisos pueden ayudar a desbloquear la situación, aunque reconocen que hasta no tener la autorización formal de la AdC no se puede dar nada por supuesto.