El nuevo presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, se comprometió a “garantizar la independencia de RTVE” en el debate parlamentario de la moción de censura contra Mariano Rajoy. Fue una de las pocas promesas que contrajo y, paradójicamente, será un compromiso que sólo podrá cumplir con el apoyo del Partido Popular, la formación política a la que acaba de desalojar del Ejecutivo.
La llegada de Sánchez a la Moncloa no afecta en prácticamente nada al complejo proceso de sustitución del actual presidente de RTVE José Antonio Sánchez. El Partido Popular, que desde abril mantiene bloqueada la renovación del consejo de administración de la radiotelevisión pública, sigue teniendo los mismos votos en el Congreso y la mayoría en el Senado, lo que permite seguir controlando los tiempos.
De hecho, si el Partido Popular se lo propone RTVE podría mantener su actual equipo directivo varios meses más pese a que todos los partidos políticos han acordado su renovación, que José Antonio Sánchez será sustituido el próximo 22 de junio tras expirar su mandato y que la mayoría de los trabajadores de la corporación llevan meses denunciando la manipulación y censura de los programas informativos de la cadena.
Jareño y Gundín, los señalados
Si el PP sigue bloqueando la renovación del presidente podrán seguir en sus cargos los cuestionados Eladio Jareño, director de TVE y José Antonio Álvarez Gundín, director de informativos. Una situación que podría llevar a que unos informativos acusados de favorecer a los populares y de ocultar los casos de corrupción del PP puedan hacer la oposición a Sánchez convirtiéndose en el último reducto de la mayoría perdida por Mariano Rajoy.
Desde la llegada de José Antonio Sánchez en octubre de 2014 -con Gundín como director de informativos-, a la cadena pública se le ha acusado de estar al servicio del Partido Popular y han sido precisamente partidos como el PSOE, Ciudadanos y Podemos, los que en reiteradas ocasiones ha pedido públicamente un cambio de dirección y una urgente despolitización que el PP lleva meses frenando.
Pero no está todo perdido. El martes 5 de junio los grupos políticos -incluido el PP- se vuelven a reunir para revisar el borrador acordado por PSOE, Ciudadanos, Podemos y los grupos minoritarios para realizar un concurso público exprés mediante el cual, en un plazo de 59 días, se debe realizar la presentación de candidatos, su evaluación y su votación.
Nueve meses de retrasos
Este procedimiento implica conservar el espíritu de la ley aprobada en septiembre del año pasado para fijar la elección de los consejeros y al presidente de RTVE con dos tercios del Congreso o con el apoyo de al menos cuatro grupos políticos. Con esto, se garantizaba la despolitización del nombramiento y que ningún partido impusiese su candidato. Obligaba, por tanto, al consenso parlamentario.
No obstante, desde este pacto -que tardó siete meses en producirse-, el Partido Popular se ha empeñado en paralizar la puesta en marcha del calendario acordado. En primer lugar, se negó a asistir a la reunión de ratificación del acuerdo. Luego han bloqueado su aprobación, sin dar su apoyo explícito y, finalmente, la Presidenta del Congreso Ana Pastor (PP), pidió un nuevo informe a los letrados para analizar la legalidad del pacto.
Hace unas semanas los letrados realizaron su informe y pidieron una serie de cambios técnicos a este concurso. El próximo martes se deberá presentar el borrador con las correcciones y en el PSOE y el resto de grupos esperan que se desbloquee el proceso con el acuerdo del Partido Popular. Si hay acuerdo, el borrador deberá ir al Congreso y al Senado para luego hacerse efectivo y en, un plazo de dos meses desde esta aprobación elegir al sustituto de José Antonio Sánchez.
Mayoría del PP en el Senado
El PSOE cuenta en el Congreso con mayoría, en el caso de RTVE con más de los 180 votos con los que fue elegido el viernes, ya que se suman los diputados de Ciudadanos, con los que ha consensuado el sistema de elección. Es verdad que luego tendrían que negociar los miembros del nuevo consejo - debe lograr los dos tercios de la cámara o un acuerdo de cuatro partidos para elegir su candidato-, pero ya no depende solamente de los votos del Partido Popular.
El problema es que el PP sigue sin dar su apoyo a una ley que busca un acuerdo transversal de todos los partidos políticos y, al tener mayoría en el Senado, podría bloquear en varios meses la sustitución de RTVE. En el Parlamento dan por hecho que RTVE tendrá un nuevo presidente tarde o temprano, pero dudan de los plazos en que podría hacerse efectivo este cambio.
¿Puede Pedro Sánchez como presidente de Gobierno para acelerar estos plazos y terminar con el bloqueo del PP? En el PSOE indican que prefieren esperar a lo que ocurra el martes próximo, una fecha en que confían que se desbloquee el proceso.
José Antonio Sánchez deja la presidencia el 22 de junio
Otras fuentes señalan que es poco lo que puede hacer dentro de los cauces democráticos y que están condenados a negociar con el PP. De hecho, los consejos de informativos de RTVE prefieren que todo siga su cauce parlamentario y advierten que cualquier movimiento del nuevo Presidente de Gobierno en el sentido contrario podría interpretarse como una injerencia contra la búsqueda de independencia de la televisión pública.
Mientras, RTVE sigue a la deriva y cada vez con más denuncias por manipulación. El 22 de junio Sánchez acabará su mandato y si para esa fecha sigue sin despejarse el futuro de su sucesión, el Parlamento deberá activar una presidencia rotatoria entre los actuales miembros del consejo de administración, aunque con un Presidente de RTVE sin ninguna función ejecutiva. Un consejo en el que además hay mayoría de los populares.
Una situación similar a la que se vivió entre julio de 2011 y junio de 2012, tras la renuncia del entonces presidente Alberto Oliart. Entonces se acordó poner en marcha un sistema rotatorio mensual en el que el turno se decidió por sorteo. Un año de presidencias rotatorias en el que RTVE reinó el descontrol ya que se paralizaron decisiones trascendentales para renovar programas, emprender inversiones o gestionar la cadena. También se bloquearon nombramientos en el equipo directivo.
Los tiempos son la clave
Frente a este panorama, en el PSOE temen que una prolongada presidencia rotatoria perpetúe a los actuales directivos acusados de manipulación informativa, lo que además se volvería en su contra, pues el PP podría atrincherarse en RTVE para hacer la oposición desde unos telediarios que llevan 19 meses seguidos liderando las audiencias de la televisión en abierto.
En el mejor de los casos, si el martes hay un acuerdo de todos los partidos deberían pasar al menos tres meses para que el Parlamento elija al nuevo presidente de RTVE. Si además contamos el parón del verano, en el mejor de los casos se podría realizar un cambio entre septiembre y finales de este año, cuando se cumpla medio año de gobierno de Pedro Sánchez. Unos meses en los que el actual equipo directivo de TVE, acusado de beneficiar al PP con sus informaciones, seguirá en el cargo.
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