Pedro J. Ramírez ha vuelto este jueves a la televisión pública. El Director de EL ESPAÑOL ha participado en la mesa política del programa Más desayunos de TVE -presentado por Xabier Fortes- donde junto a Arsenio Escolar, Cristina de la Hoz e Inmaculada Sánchez, se ha referido a los hechos más relevantes de la actualidad informativa como la Economía, Cataluña y el PP.
Al comenzar su intervención Ramírez agradeció la invitación para volver a la televisión pública después de seis años tras su paso por 59 Segundos. Respecto de este programa valoró el trabajo y los esfuerzos de Fran Llorente como director de Informativos y de Luis Fernández como presidente de RTVE de la época por poner en marcha espacios de debate donde se viesen reflejadas todas las opiniones.
Ya entrando en la actualidad y respecto de la reunión de Pedro Sánchez con Pablo Iglesias, uno de los acontecimientos informativos más importantes de este jueves, Ramírez criticó los mensajes del Ejecutivo en materia económica: “No es casualidad que después de todo un verano de globos sonda sobre subidas de impuestos y mensajes intervencionistas, el empleo haya vuelto a caer”.
“Con las cosas del comer no se juega”
“Me preocupan los mensajes que puedan salir de esta reunión. Es evidente que Pablo Iglesias planteará la política económica más de izquierdas de la historia de la democracia, aunque no creo que lo pueda llevar a cabo”. “En el sentido político, Iglesias es un demagogo porque da soluciones sencillas a problemas complejos y siempre busca culpables externos, antes era la banca y ahora son las eléctricas”, explicó.
Y ha continuado indicando que “si de la reunión salen cuatro titulares diciendo que las eléctricas y la banca meten la mano en nuestros bolsillos, no tendrá ningún efecto positivo, pero sí muchos negativos, porque la inseguridad jurídica y la presión fiscal influye en las expectativas y eso repercute en la Economía, el empleo y la confianza”. “Con las cosas del comer no se juega”, ha recalcado.
Respecto del interés de Podemos por el precio de la luz, Ramírez ha recordado que “solo el 30% de lo que paga el consumidor de a pie depende de las eléctricas, el resto son los impuestos y costes heredados de la política energética de anteriores gobiernos”.
Desafío independentista
En relación al desafío independentista catalán, Pedro J. Ramírez ha recordado en el aniversario de las declaraciones separatistas que el 155 debería seguir aplicándose. “La autonomía catalana debió haber quedado suspendida desde entonces y no debería haberse restituido hasta tener las garantías de que se restaurase la institucionalidad, unas garantías que todavía no existen”.
Frente a los acercamientos del gobierno de Pedro Sánchez al Govern, el Director de EL ESPAÑOL recordó que uno de los grandes errores de Sánchez ha sido recibir en la Moncloa a Quim Torra con un lazo amarillo en su solapa. “En el Palacio de la Moncloa en el que el Presidente recibe a todos los españoles, no puede darle a uno de sus invitados la oportunidad de usar esa plataforma mediática para agredir a una parte muy importante de la ciudadanía”, ha dicho.
Respecto al impacto económico del desafío independentista y la posible vuelta de empresas a Cataluña como lo ha hecho recientemente Agbar, Ramírez ha dicho se trata de una empresa de servicio municipal y no nacional como otras como Caixabank o Sabadell. “La singularidad de Agbar no será representativa y no tendrá continuidad, mientras sigan las actuales circunstancias. Los clientes de Agbar están en Barcelona y los clientes de Sabadell y Caixabank están en toda España”.
Soraya tiene mal perder
Finalmente y en relación a la actualidad del PP y a la ausencia de Soraya Sáenz de Santamaría de la reunión de su grupo parlamentario, Pedro J. Ramírez se mostró sorprendido por el mal perder de la exvicepresidenta.
“A un sector del PP parece como si la democracia le hubiese pillado por sorpresa. Ese desdeñoso mal perder de Rajoy que se fue a un restaurante en la segunda parte de su comparecencia durante la moción de censura, se ha trasladado a Soraya. Ella no ha sido capaz de digerir la derrota democrática con Pablo Casado. Tendría que haberse ofrecido incondicionalmente al nuevo Presidente del PP, que ganó en buena lid”, dijo.