La plataforma en streaming DAZN anunció esta semana que se quedaba en exclusiva con los derechos del Mundial de Motociclismo y de la Premier League a partir de 2019. Con ello, arrebataba a Movistar+ unos derechos que la operadora se negó a renovar y daba un golpe sobre la mesa en el mercado de los derechos televisivos, hasta ahora reservados para gigantes como Telefónica, Mediapro o Mediaset.
No obstante, el desembarco de la plataforma de OTT en España -que muchos usuarios han visto como la democratización definitiva de los derechos deportivos- tendrá que sortear una serie de inconvenientes que podrían convertir la aventura de DAZN en nuestro país en un caramelo envenenado.
La primera dificultad que deberá sortear será la elevada expectativa que Dorna ha depositado sobre el operador. En medio de la vorágine de la presentación de DAZN en España, la dueña de la comercialización del campeonato indicó que su principal objetivo era superar los 1,1 millones de abonados que consiguió Movistar con el canal Movistar MotoGP.
Crecimiento de abonados
DAZN y Dorna están convencidos que con un sistema de PPV o de suscripción a precios accesibles -unos diez dólares- los aficionados dispararán el consumo. No obstante, la realidad de las OTT en España es otra. Netflix ha superado los dos millones de hogares usuarios, pero después de tres años en el mercado y con el mayor catálogo de series del mundo
Otros competidores como HBO, apenas han llegado a los 475.000 usuarios después de dos años en España y con las series más premiadas del panorama internacional, mientras que Prime Vídeo llega a 656.000 hogares usuarios y Sky solo tiene 114.000 con un año en nuestro país. Con estos números es difícil pensar que una OTT de deportes supere el millón de usuarios en una temporada y menos con un evento como MotoGP, que no es uno de los más demandados.
Problemas de concurrencia
El segundo reto que tendría DAZN si logra alcanzar sus ambiciosas metas será el de la infraestructura técnica. Las fuentes consultadas por este diario indican que es casi imposible que una OTT en España soporte en estos momentos uno o dos millones de usuarios concurrentes sin tener problemas de reproducción. Tenemos el caso de Bein Connect con la Champions hace dos temporadas, cuando su servicio se cayó en su primer partido sin Movistar+.
De hecho, desde ese momento ninguna OTT se ha visto sometida a la presión de tener que soportar tal cantidad de conexiones simultáneas. Netflix que es el que tiene la mayor infraestructura de una plataforma en streaming de una empresa extranjera, pero nunca soporta tantos clientes a la vez viendo un mismo contenido. Del mismo modo, Telefónica y Orange apenas tienen una cuarta parte de sus abonados viendo los grandes partidos de fútbol en OTT.
Esto significa que si DAZN no quiere tener problemas de emisión, ni de concurrencia en España, deberá realizar una inversión muy importante en infraestructura de red en nuestro país, lo que además abre la puerta a equilibrar el consumo con otras plataformas. Una situación que explica el anuncio de la propia DAZN de querer compartir sus derechos con todos los operadores, incluso canales en abierto.
Rentabilidad de los derechos
Esta situación nos lleva al tercer gran problema que deberá enfrentar DAZN en España: la rentabilidad de los derechos. Las fuentes extraoficiales cifran en unos 50 millones de euros por temporada el coste de MotoGP para la OTT. Con esta cifra y solo para cubrir el coste de los derechos, la plataforma debería tener al menos 450.000 usuarios activos pagando durante un año una suscripción mensual de diez euros. Ésto sin contar con el coste que tendrá DAZN para producir las carreras y poner el evento en las pantallas de los espectadores.
Este periódico ha preguntado a los canales en abierto y, por el momento no hay interés en MotoGP, aunque esperan recibir propuestas. En el caso de la televisión de pago, solo Movistar ha dicho en privado que están interesados en todos los eventos deportivos, pero a un coste razonable. Precisamente éste coste fue el que les llevó a no renovar en exclusiva.
En el caso de Orange y Vodafone la situación es aún más complicada. La operadora francesa ha realizado una fuerte inversión en tener todo el fútbol -Champions, Partidazo y Liga- y no tienen entre sus planes seguir sumando derechos deportivos en solitario. En cuanto a Vodafone, directamente han renunciado al fútbol, meses después de renunciar a emitir MotoGP, cuando el canal era todavía de Telefónica. Su apuesta es ahora por el cine y las series y no por los derechos deportivos.
La opción que sí parece más razonable es que DAZN entre en la plataforma de los operadores pagándoles por la comercialización.
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