Cualquier cadena de televisión temática dentro de Atresmedia y Mediaset tendrá más ingresos publicitarios que cualquiera de las pequeñas TDT que sobreviven fuera de estos grupos, incluso si sus audiencias son notablemente menores. Es la realidad del mercado publicitario y del duopolio de los dos gigantes audiovisuales que nuevamente ha quedado confirmado con los datos de 2018, pese a la investigación de Competencia que pesa sobre sus cadenas.
Las cifras a las que ha tenido acceso EL ESPAÑOL de fuentes del mercado, de las propias previsiones de las cadenas y de su power ratio comunicado a inversores, son demoledoras. Por ejemplo, Trece con un 2% de audiencia apenas facturará doce millones este año 2018, frente a los 40 millones que se llevará Atreseries con poco menos de la mitad de su cuota de pantalla (1,3%). ¿La diferencia? La primera cadena navega en solitario y la segunda lo hace bajo el paraguas de Atresmedia.
Lo mismo pasa con BMad, que según estas mismas previsiones ingresará 20 millones de euros en 2018, pese a tener un 0,6% de audiencia durante el año. Dkiss tiene más audiencia con un 0,8% -según datos de Kantar- y sólo logrará facturar 14 millones, lo mismo que Ten, que con la mitad de la audiencia de la cadena de Telecinco solo se lleva 5,5 millones del mercado publicitario, lo justo para pagar el alquiler de su señal a Cellnex.
Publicidad en bloque de los grandes grupos
Dicho de otra manera, dos cadenas -Atreseries y BMad- facturan el doble de ingresos publicitarios que DKiss, Ten y Trece juntos y además con un 30% menos de su audiencia total. El sexto en liza, Real Madrid TV, apenas facturará dos millones de euros durante el año 2018, según las previsiones del mercado.
Estos seis canales nacieron hace casi tres años fruto del último concurso de TDT para aumentar la pluralidad de las cadenas de televisión, pero han tenido caminos muy diversos desde entonces. Atreseries ha recibido publicidad en bloque de Atresmedia, que vende sus anuncios junto con los de sus grandes cadenas la Sexta y Antena 3 y así obtiene un mejor precio por sus canales pequeños.
Lo mismo pasa con BeMad, que es favorecido por la venta en bloque de su casa matriz Mediaset, que une sus anuncios a un paquete comercial con Cuatro y otras cadenas pequeñas. De hecho, esta venta conjunta que penaliza a los anunciantes que solo quieren invertir por separado en Antena 3, La Sexta, Telecinco o Cuatro, está siendo investigada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Nada ha cambiado en 2018
De hecho, en el expediente abierto agencias y anunciantes han confirmado al regulador que estas cadenas fuerzan la contratación conjunta de publicidad en sus distintos canales de televisión, a través de la emisión en varias cadenas a la vez (simulcast) de la mayoría de las campañas publicitarias y de la vinculación de paquetes comerciales. Del mismo modo, también existen penalizaciones en el caso de no cumplir estas cuotas, multas consistentes en subir el precio o quitar el descuento en la siguiente negociación.
Una falta muy grave a la ley de competencia, que junto a otras prácticas podrían acarrear una multa para los dos cadenas que podría llegar a los cien millones de euros para cada uno de estos grupos Pese a ello, los datos recogidos por este periódico indican que nada ha cambiado durante este año 2018.
Situación "anormal" del mercado
Los power ratio -conversión de la audiencia de una cadena en publicidad- siguen inalterables y en el caso de los canales de Atresmedia han crecido hasta el 1,5 y en el caso de Trece se queda en el 0,5%. “Algo completamente anormal en un mercado competitivo donde la cuota publicitaria de cada operador debería ser semejante a su porcentaje de audiencia”, dicen fuentes del mercado.
“No hay problema si la agresividad responde a propuestas innovadoras, pero si cuando la agresividad se traduce en excluir al competir y exigir a los anunciantes que la inversión publicitaria se concentre en sus canales como condición para recibir un mejor trato”, indican estas mismas fuentes. Eso es lo que investiga competencia y estos datos avalan sus indicios de abuso de posición de dominio y colusión.