Imaginarse un grupo Prisa con El Corte Inglés, Inditex o Mercadona entre sus principales accionistas es una operación que a día de hoy puede parecer descabellada, pero que está en la mente de los actuales accionistas del editor de El País y Cadena Ser. Como contó EL ESPAÑOL, el objetivo de la nueva ampliación de capital que se plantea en el grupo es "españolizar la compañía" para poder sustituir a los actuales fondos por capital local y con vocación de permanencia.
Los actuales dueños de Prisa, entre los que se encuentran el fondo Amber Capital y Banco Santander, consideran que uno de los grandes errores de la anterior gestión de Juan Luis Cebrián fue dar entrada a una serie de fondos oportunistas que, en su momento, entraron en la compañía solo buscando la rentabilidad en el corto plazo, pero que por sus características nunca querrían estar en una empresa para darle estabilidad accionarial.
El gran objetivo político de esta ampliación de capital -que en principio ven con buenos ojos en Amber y Santander- es buscar accionistas españoles de pedigrí que conformen un núcleo duro y estable dentro del editor de El País. No obstante, las últimas informaciones confirmadas por EL ESPAÑOL indican que, hasta el momento, esta búsqueda de empresas españolas que quieran invertir en Prisa no ha dado los frutos esperados.
Reuniones con empresas del Ibex 35
Se han mantenido contactos informales con algunas compañías -algunas de las de mayor facturación en España y otro tanto del Ibex 35-, pero sin arrancarles el compromiso en firme de invertir. En diciembre, la operación de ampliación de capital estaba bastante encaminada y acordada entre los actuales accionistas, pero la imposibilidad de encontrar empresas que quieran participar de ella, como se ha constatado en las últimas semanas, ha dejado la operación en el aire.
Fuentes cercanas al consejo de administración han indicado a este periódico que las fiestas de final de año y el comienzo de 2019 caracterizado por una alta inestabilidad política no han jugado a favor de la operación, pero que esto no significa que se haya paralizado el proyecto, sino que simplemente siguen las conversaciones aunque sin gran urgencia.
Con todo, en el mercado se considera que entrar en estos momentos en Prisa no es un gran negocio para una gran cotizada o una empresa española de gran facturación. La crisis crónica del sector de los medios, la arremetida de los gigantes de internet que siguen ganando terreno en la publicidad digital y las dudas sobre digitalización del principal editor de periódicos de España, mantienen su cotización en bolsa en mínimos.
Prisa vale 940 millones en bolsa
Al cierre de la jornada del miércoles la acción de Prisa cotizó en 1,68 euros lo que eleva su capitalización bursátil a 940 millones de euros. Entrar en la compañía no supondría una gran inversión y menos en las cifras que se barajan -unos 300 millones de euros- pero a día de hoy se considera en el mercado que una operación de este tipo no es económicamente justificable. Otra cosa serían las motivaciones políticas o el peso que pusiese tener este factor para que grandes empresas se atreviesen a dar el paso.
EL ESPAÑOL ya contó la cercanía que hay entre el dueño de Amber Capital Joseph Oughourlian y Pedro Sánchez. El empresario armenio es quizás el representante de medios de comunicación que más ha visitado al presidente desde que en junio se convirtiera en el nuevo inquilino de Moncloa. De hecho, quienes han conocido el contenido de sus encuentros no dudan en calificarle como uno de los actuales consejeros externos del presidente de Gobierno. Una cercanía que podría ser utilizada por Prisa para poder convencer a empresas españolas de entrar en su capital.
Plan de relanzamiento de Prisa
Con todo, gran parte de esta ampliación depende de las líneas maestras que el equipo gestor presentó al consejo de administración hace unos meses. El equipo del CEO Manuel Mirat planteó la necesidad de relanzar la compañía, tras pasar la travesía del desierto de los últimos cinco años. De la mano de la digitalización y del área educativa, Prisa espera poder volver a crecer.
La compañía quiere además recuperar el 25% que no controlan de Santillana, su principal generador de caja y responsable de buena parte de sus beneficios. De esta manera, toda la ampliación tendría un coste de 300 millones de euros, que en Prisa quieren que abra paso a nuevos accionistas. Formalmente la ampliación sigue sin presentarse al consejo, aunque se espera que se haga dentro de los próximos meses si se consiguen los apoyos necesarios.