El pasado miércoles saltaba la bomba. La Ser anunciaba una completa revolución en sus mañanas que se saldó con la salida de sus dos presentadores de las mañanas: Toni Garrido, que se va de la emisora sin renovar su contrato después de dos temporadas sustituyendo a Gemma Nierga; y Pepa Bueno que recalará en Hora 25, después de ocho años en que sus audiencias cayeron de manera progresiva.
La gran beneficiada es Àngels Barceló que asume en solitario Hoy por Hoy por primera vez en casi una década, poniendo fin a la estrategia de tener a dos presentadores en las mañanas. Se confirma además la apuesta de la emisora por una de las comunicadoras más identificada con los valores progresistas y el giro catalanista de Cadena Ser que vuelve a apostar por Cataluña.
Este cambio supone además dar una nueva vuelta de tuerca a los bandazos de la emisora, que hace dos años despidió a Gemma Nierga precisamente para reducir este “catalanismo”, apostando por el fichaje de Toni Garrido y trasladando parte de la redacción de Hoy por Hoy a Madrid. Una estrategia fallida que se saldó con mínimos históricos de audiencia y que ha obligado a recular al nuevo equipo de la Ser, liderado por Daniel Gavela desde febrero del año pasado.
Un cambio que escenifica además la nueva estrategia y el giro político de Cadena Ser, acorde con los nuevos tiempos que corren para Prisa, la propietaria de la emisora. En los últimos meses se han registrado los mayores acercamientos del grupo al PSOE y hacia posiciones más progresistas, olvidadas durante la última época de Juan Luis Cebrián.
No obstante, siguen en el aire muchos interrogantes respecto a esta decisión, especialmente porque solo hace unas semanas la Ser se confirmaba con total seguridad la continuidad de Pepa Bueno al frente del programa. ¿Qué ha pasado? Una mezcla de bajas audiencias, motivos políticos y el rechazo de otros presentadores al cargo, han llevado a Àngels Barceló a convertirse en la gran voz de la Ser para la temporada 2019-2020 que comienza en septiembre.
En primer lugar, la emisora ha entendido que las audiencias de Hoy por Hoy se han vuelto insostenibles y que el único camino era hacer un cambio radical finiquitando a sus dos presentadores de una sola vez. En el último EGM Herrera en la Onda se situó a la menor distancia histórica del programa de la Ser, con serio riesgo de arrebatarles el liderato.
Carlos Herrera logró un nuevo récord con 2.492.000 oyentes en abril, sumando 466.000 seguidores desde noviembre del año pasado. Por su parte, Hoy por Hoy, con Pepa Bueno y Toni Garrido, llegó a los 2.640.000 oyentes y se dejó 120.000. La diferencia entre los dos programas también es la mínima y llegó a solo 148.000 seguidores.
Del Pino rechaza la oferta
Una vez decidido el cambio -hace un par de meses aproximadamente- tocó el turno buscar a los sustitutos y el primero en la lista era Javier del Pino, presentador de los fines de semana y el eterno aspirante a liderar las mañanas de lunes a viernes. No obstante, Del Pino volvió a rechazar la oferta de Gavela argumentando nuevamente razones personales.
En este punto, la segunda en la lista era Àngels Barceló quien presentó durante once años Hora 25 y que incluso ya se postuló a ser la conductora de Hoy por Hoy tras la salida de Carles Francino hace ocho temporadas. Barceló siempre ha querido presentar las mañanas y las últimas temporadas se mantuvo a la expectativa para dar el salto.
De esta manera, las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL indican que la apuesta por Àngels hay que entenderla en clave catalana. Desde hace unas temporadas la emisora intenta ganar terreno en Cataluña, primero creando una emisora que emite programas propios y 100% en lengua catalana, para luego fichar a Josep Cuní para hacer las mañanas de Ser Cataluña. En esta línea, el 'fichaje' de Àngels se entiende como una clara apuesta por el progresismo y el catalanismo para hacer frente a Carlos Herrera, en las antípodas de este espectro ideológico.
De hecho, algunas voces la acusan de flirtear con el independentismo y de ahí que vean en su nombramiento un claro acercamiento de la Ser a estas posturas. La propia Àngels se ha encargado de dejar claro que ella no es independentista aunque sí cree en el diálogo y posiciones más federalistas. “Es donde ella se siente más cómoda y el objetivo de la Ser es ocupar ese espectro”, dicen las fuentes consultadas por este diario.
¿Y Pepa Bueno? A la ex presentadora de TVE le pasó factura la audiencia, por lo que se le encontró acomodo en Hora 25 a falta de otros candidatos y por su cercanía al PSOE andaluz y al ala Susanista. Es un movimiento estratégico que mantiene la influencia de Susana Díaz como un contrapeso a la gestión de Pedro Sánchez y para no tener todos los huevos en la misma cesta cuando la relación de Prisa y el PSOE pasa por uno de los mejores momentos en décadas.
Por otro lado, en el sector no ha sorprendido la salida de Toni Garrido, que solo ha durado dos temporadas en la Ser, tras su polémica sustitución a la histórica Gemma Nierga. De hecho, su continuidad ya estuvo en el aire la temporada pasada y la falta de candidatos sumada a la decisión de mantener a Pepa Bueno un año más, hizo que se le dejara un año más en antena.
Un perfil más sosegado
¿Ganará la Ser con este cambio?. "Àngels tiene un perfil más sosegado que Pepa, pero en el fondo es más radical”, dicen fuentes del sector. De hecho, la percepción en los estudios de imagen de la propia emisora de Prisa, indican que es la mejor valorada de todos sus presentadores, lo que que debería darle mayores perspectivas de crecimiento.
“Si la Ser quiere ganar a la Cope poniéndose en sus antípodas ideológicas, Àngels es la mejor solución”, dicen estas mismas fuentes, refiriéndose a la guerra que se viene contra Carlos Herrera, un presentador que ha crecido de la mano de las posiciones más radicales de sus oyentes ideológicamente de derechas.
Con todo, los dos grandes perjudicados dentro de la Ser con estos cambios son Aimar Bretos y Pedro Blanco, los eternos aspirantes y periodistas de la cantera de la emisora que llevan años esperando que se apueste por profesionales formados en la casa. Esta vez tampoco será la ocasión, lo que ha generado cierto descontento en su entorno.