El Gobierno de Pedro Sánchez prepara la adaptación de la Directiva Europea de Medios Audiovisuales (AVMSD) aprobada hace un año en Bruselas que consagra el principio de igualdad entre los operadores, independientemente del servicio que brindan y de la plataforma que utilizan para proteger mejor a los telespectadores, alentar la innovación y promover el contenido audiovisual europeo.
En la práctica, esto significa aplicar a los nuevos operadores de televisión en streaming (OTT) como Netflix, HBO, Sky, Filmin, DAZN o Amazon Prime Video, los mismos impuestos específicos que pagan otros operadores de televisión en abierto como, Atresmedia, Mediaset, y los de pago como Movistar+, Vodafone TV y Orange TV.
El objetivo de Hacienda es que estas nuevas plataformas OTT equiparen su carga fiscal a estos players tradicionales, es decir, que aporten el 5% de sus ingresos operativos para financiar el cine europeo y el 3% de sus ingresos brutos para financiar RTVE. Adicionalmente, las operadoras de telecomunicaciones pagan un 0,9% extra por la televisión pública, además de pagar el 3% en el caso de las que tienen servicios de televisión.
En estos momentos, Hacienda está elaborando el documento con las principales conclusiones de la consulta pública que terminó el 22 de febrero y en la que preguntó a todo el ecosistema cómo debería ser el nuevo sistema de financiación del sector. Ahora toca la audiencia pública en la que el sector volverá a opinar, esta vez sobre un texto formal elaborado por los ministerios de Economía y Hacienda.
Diferentes opciones de pago
En este texto es donde se deberán incluir eventuales impuestos a Netflix o HBO, o más bien, detallar la manera en la que se les equiparará al resto del sector. En cualquier caso, estamos hablando de una reforma integral que deberá estar contenida en la nueva Ley Audiovisual que sustituya la normativa de 2010 y en la que también se deberían incluir cambios en la financiación de RTVE, en las tasas que pagan las telecos y en los impuestos que paga todo el sector audiovisual en su conjunto.
De esta manera, y respecto a los operadores como Netflix y HBO, la Administración dice que ahora mismo no hay ninguna decisión tomada, pero que se barajan diferentes modalidades. Éstas van desde que paguen el 3% que ya sufragan las televisiones -sin el 0,9% de las telecos, ya que no utilizan redes físicas-, pasando por la aportación al cine europeo con el 5% de sus ingresos, hasta una tasa específica de menor importe atendiendo a “circunstancias especiales”.
Estas circunstancias están consagradas en la propia directiva audiovisual europea respecto a las obligaciones para invertir en el cine español y producción audiovisual local y en relación a operadores que tienen poca implantación en el país, tanto de abonados como de ingresos. Éste no sería el caso de Netflix, Prime Video y de HBO, pero podría serlo el de Sky o el recién llegado DAZN.
Figuras societarias de las OTT
Dentro de los asuntos que se tienen que definir en esta audiencia pública -que no tiene fecha- es el cálculo de los ingresos de estos gigantes audiovisuales internacionales, que declaran en España poco o nada. HBO, la única con sociedad en España de las grandes (Home Box Office Spain Ventures SL), solo declaró 1,7 millones de ingresos en 2017 y pagó 45.000 euros en impuesto de sociedades.
La fórmula que explica estos bajos ingresos tiene que ver con la habitual arquitectura fiscal de las tecnológicas en nuestro país -como Facebook y Twitter-, que envían todos sus ingresos a sus sociedades ubicadas en países con mayores facilidades tributarias. A cambio, les emiten facturas por prestación de servicios de márketing y publicidad. Es decir, Facebook España actúa como una agencia de publicidad de la multinacional y no como la recaudadora de sus ingresos publicitarios.
Por su parte, Amazon, Netflix y Sky facturan a sus sociedades matrices o filiales constituidas en Reino Unido y Holanda. En agosto, Netflix abrió dos sociedades: Los Gatos Entretenimiento España SL, para gestionar sus producciones audiovisuales y Los Gatos Servicios de Transmisión España SL, para servicios de marketing.
Sky, que se estrenó en septiembre de 2017, tampoco opera formalmente en España. Lo hace a través de su sociedad Sky UK, constituida en Reino Unido, mientras que Prime Video depende de la filial audiovisual de la compañía, que opera en Londres, pese a que Amazon tiene más de tres sociedades operando en España.
Pago por abonados
Frente a estas dos situaciones (sociedades inexistentes y facturación de servicios), en Hacienda ya barajan fórmulas para calcular los ingresos efectivos que se basan en los abonados efectivos que tienen estas plataformas en España. La idea es que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) calcule, o exija a estas plataformas el número efectivo de abonados en nuestro país, a partir del cual se puedan calcular los ingresos efectivos por usuario.
Es una fórmula que se estudia también en Bruselas y que define perfectamente qué porcentaje del negocio de estas multinacionales se genera en cada país de Europa, eliminando las duplicidades. Si tomamos el caso de HBO, no pagaría por los 1,7 millones de euros declarados en 2017, sino por los más de 40 millones que habría facturado si consideramos los 475.000 usuarios que le atribuía la CNMC en noviembre del año pasado.
¿Plazos? Las fuentes consultadas indican que estamos en una etapa muy preliminar ya que está todo paralizado hasta que se nombre al nuevo gabinete, en el caso de que Pedro Sánchez sea ratificado por las Cortes. Estas mismas fuentes indican que como pronto, el documento con todos los cambios de financiación del sector audiovisual sería sometido a audiencia antes de final de año y, a partir de ahí, habría que esperar al menos otros seis meses hasta que se comience a perfilar el cuerpo legal.