El grupo Cofina ha renunciado a realizar su última ampliación de capital, condición necesaria para cerrar la operación de compra de Mediacapital a la española Prisa por 170 millones de euros. En este sentido, el editor de El País ha anunciado todas las acciones legales a su disposición para asegurar que se cumpla el contrato firmado entre las partes para la venta de la compañía audiovisual.
Cofina aprobó el pasado 29 de enero de 2020 una ampliación de capital con la que financiaría la compra de Mediacapital y ponía en marcha el último requisito para cerrar la operación. No obstante, este miércoles ha renunciado a realizar esta ampliación "por las condiciones de mercado" con lo que da a entender que da marcha atrás en la compra.
La adquisición solo estaba pendiente de la inscripción en el Registro Mercantil de Portugal (Conservatória de Registo Comercial) y del aumento de capital aprobado por Cofina para financiar parte del precio de la compraventa. De hecho, Prisa ya había apuntado la operación en sus cuentas y había sacado de su perímetro financiero la compañía audiovisual portuguesa.
Según ha indicado prisa a la CNMC española este miércoles, de acuerdo con las manifestaciones de la propia Cofina en el Contrato de Compraventa y difundidas al mercado, "ésta disponía de los compromisos necesarios para financiar el importe suficiente para concluir la operación, tanto por parte de entidades de crédito como de sus accionistas relevantes para, en este último caso, cubrir el importe correspondiente a la ampliación de capital".
Es por ello que el grupo anuncia que "iniciará a partir de este momento todas las acciones frente a Cofina previstas bajo el Contrato de Compraventa". De estas informaciones se desprende que Prisa se embarcará en una larga batalla legal que podría desembocar en que la operación finalmente no se acabe cerrando.
Segunda venta fallida
Esta situación convierte la venta de Mediacapital en un verdadero drama para Prisa que lleva desde 2017 en venta tras dos operaciones fallidas. En junio de 2018 se truncó su primera venta. Después de once meses de deliberaciones el regulador portugués bloqueó la operación considerando que se hubiese producido una concentración del mercado audiovisual entre Media Capital y Altice.
Tras este varapalo y la pérdida de los 440 millones comprometidos, la compañía estuvo en el mercado desde comienzos de 2019 con el objetivo principal de amortizar la deuda. En septiembre de 2019 se cerró un nuevo acuerdo, esta vez con Cofina, aunque por 170,6 millones, casi la mitad de lo que se había valorado un año antes.
Prisa refinanció su deuda en verano de 2018 y cerró 2019 con un nivel de endeudamiento bancario cercano a los 1.000 millones. Durante 2017, la sociedad amortizó el pago de deuda por valor de 480 millones de euros procedentes de la anterior ampliación de capital.
Esta refinanciación extendió el vencimiento de la deuda hasta noviembre y diciembre de 2020 sin ninguna obligación de amortización hasta este último mes. A finales de este año la compañía deberá abonar una amortización parcial de 275 millones de euros como parte de los compromisos suscritos con la banca acreedora.
En esta línea, la paralización de esta venta es un duro varapalo para sus opciones de pago y de refundación de la compañía que se centra desde el año pasado en el negocio de medios de comunicación y editorial con Santillana.
En su comunicación a la CNMV, Prisa ha indicado que continuará con su hoja de ruta focalizada en sus activos de educación y medios de comunicación estratégicos, "al tiempo que mantendrá una política activa de desinversiones de sus activos non core". Esto significa que si no se vende Mediacapital a Cofina entrarán en un tercer proceso de venta de la compañía.