El Real Decreto publicado al filo de la medianoche del domingo ha traído una serie de interrogantes, también en la prensa impresa. Las fuentes consultadas por Invertia indican que continúa la preocupación en el sector porque el texto vuelve a dejar en el aire la distribución de la prensa en papel por parte de Correos.
La semana pasada, la Asociación de Medios de Información (AMI) advirtió que el envío de ejemplares de prensa y revistas impresas se había paralizado por parte de Correos ya que solamente se estaban haciendo repartos del servicio postal universal, es decir, paquetes y cartas de primera necesidad.
Estas fuentes indican además que el decreto vuelve a ser ambiguo. Por un lado incluye nuevamente a la prensa y medios de comunicación como servicios esenciales "así como en su impresión o distribución", pero por otro solo se obliga a Correos a prestar el servicio postal universal, donde no está incluido la prensa.
Que se incluya al sector de prensa impresa en el servicio postal universal es una de las reivindicaciones históricas del sector, frente a la que el Ejecutivo no ha movido ficha. Es por ello que en contactos informales se ha pedido al Gobierno que, dentro del decreto de estado de alarma, se les incluyese como servicio universal.
Del mismo modo, en las últimas horas se ha vuelto a pedir una aclaración, a propósito del último decreto conocido. "Es un decreto poco claro, dicen en el sector", porque da la posibilidad a que Correos interprete que no tiene porqué volver a repartir diarios ni revistas, aunque sean servicios esenciales.
Centros de Admisión Masiva
Correos, la mayor red de distribución de España, no reparte prensa desde que el pasado 18 de marzo. En esa fecha decidió cerrar todos sus Centros de Admisión Masiva en el país. Estos centros se encargan de recibir los ejemplares que los propios editores llevan hasta estas instalaciones, desde donde se incluyen en los circuitos de reparto.
Esta forma de distribución es para muchas publicaciones la única manera de repartirse y para otras es la principal vía de llegar a sus suscriptores, incluso por encima de la venta en quiosco. Es por ello que, pese a que siguen abierto la mayoría de los quioscos con el estado de alarma y sigue funcionando el reparto de empresas privadas como Boyaca, la paralización de la entrega de Correos está haciendo mucho daño al sector.
Que estén cerrados estos centros no solo implica que miles de españoles no están recibiendo publicaciones por las que han pagado -diarios y revistas- sino que hacen que estas empresas editoras comiencen a acumular un stock que por el carácter periódico de sus publicaciones, deja de tener sentido que se repartan después del fin del estado de alarma.
En términos operativos, Correos tiene una doble dependencia. Por un lado, el Ministerio de Hacienda y, por otro, el Ministerio de Fomento. Esto significa que cualquier decisión que se tome respecto de las peticiones de la prensa tendrá que ser abordada por equipos de estas dos carteras.