Nuevo varapalo para la fusión de Mediaset España con su matriz en Italia. La operadora ha comunicado este martes a la CNMV española que ha recibido una demanda de Vivendi, impugnando los acuerdos sociales adoptados por la Junta General Extraordinaria de Mediaset España celebrada el 5 de febrero de 2020.
Los acuerdos de esta junta precisamente corregían algunos aspectos formales de la fusión planteada hace un año y que anteriormente también habían sido impugnados por la propia compañía audiovisual francesa.
Esta impugnación vuelve a parar el reloj de la fusión y agrega un nuevo elemento en la guerra judicial en la que se han embarcado las dos compañías. Vivendi ha solicitado paralizar la fusión con medidas cautelares, las que serán vistas judicialmente el próximo 22 de julio.
En junio del año pasado, Mediaset aprobó crear un gigante panaeuropeo audiovisual integrando sus empresas en Italia y España bajo la nueva denominación de Mediaforeurope. La sociedad tendrá base fiscal en Italia, pero estará constituida en Holanda, aunque seguirá cotizando en Italia y en España.
Lío con Vivendi
Mediaset indicó que la unión de sus dos compañías "abre posibilidades de desarrollo de negocio difíciles de conseguir por separado y permitirá seguramente aumentar las inversiones en Italia y en España. Además, todas las sinergias ya previstas podrían crecer de manera exponencial con la adhesión de un tercer o un cuarto país al proyecto".
No obstante, la integración está completamente paralizada por las sucesivas impugnaciones de Vivendi, accionista de Mediaset Italia y accionista minoritario en España.
El gigante francés, dirigido por el magnate de los medios de comunicación Vincent Bolloré, se opone a la fusión diciendo que refuerza el control del principal accionista de Mediaset, la familia del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi.
Por su parte, desde Mediaset se indica que Vivendi es un potencial competidor en el nuevo escenario de Media For Europe (MFE) por lo que no desea la creación de un rival directo.
Lucha de poderes
Fininvest, de la familia Berlusconi, tiene el 50% de las acciones de Mediaset Italia mientras que Vivendi tiene el 28,8%, pero solo el 9,9% de los derechos de voto. El resto corresponden a un fideicomiso del grupo francés que no pudo votar en la aprobación de la fusión en la junta italiana.
Para complementar el bloqueo en Italia, Vivendi decidió comprar un 1% de la participación de Mediaset España en verano, lo que le dio el aval legal para impugnar los acuerdos de la junta y bloquear la fusión panaeuropea.
De esta manera, el proceso se ha enquistado en los tribunales españoles e italianos -y aún más con este nuevo bloqueo- después de casi seis meses en los que se ha intentado buscar sin éxito una salida amistosa y un acuerdo que permita retirar las demandas. Es la única posibilidad de sacar adelante una fusión que parecía segura, pero que ahora se ve casi imposible.