La Liga de Fútbol Profesional (LFP) se prepara para una nueva puja por los derechos audiovisuales de los campeonatos de primera y segunda división en el mercado español. Oficialmente la Liga no hace comentarios al respecto, pero el calendario indica que las primeras conversaciones deberían comenzar en las próximas semanas para sentar las bases de esta nueva licitación.
De hecho, las fuentes consultadas por Invertia indican que el proceso ya está en la carpeta de las principales operadoras y que incluso ya se estarían comenzando a producir conversaciones informales para sentar las bases de las negociaciones.
El último contrato se adjudicó en verano del año 2018 para las temporadas 2019-2020, 2020-2021 y la 2021-2022 y ahora toca negociar para los siguientes tres cursos. En la Liga acostumbran a hacer las cosas con tiempo y si se respeta el anterior calendario todo debería estar resuelto antes de julio de este año.
El último contrato se cerró por un montante récord de 3.421 millones de euros, el mayor que se ha pagado al fútbol español en toda su historia. No obstante, muchas cosas han cambiado desde entonces, incluyendo el efecto de la pandemia en el mercado de los derechos audiovisuales, lo que hace pensar que será difícil repetir estos montantes.
De entrada, las operadoras contactadas por Invertia indican que lo normal es que se puje a la baja por estos derechos por el actual contexto económico y en la línea de otras pujas que se han realizado en 2020, siempre con montantes similares a sus contratos anteriores, pero nunca superiores.
El efecto Mediapro
En 2018, los 3.421 millones de euros pagados para el mercado español representaron un alza del 15% respecto a los derechos pactados en 2015. En ese momento Mediapro se quedó con el paquete de los bares y con el contrato de agencia para vender los derechos internacionales por unos 480 millones, mientras que Telefónica se adjudicó los ocho partidos y El Partidazo, los dos lotes más atractivos, por 2.940 millones de euros.
Sin embargo, tres años después el panorama de tenedores de derechos audiovisuales en España es radicalmente distinto. En primer lugar, el gran agitador de derechos, Mediapro, no atraviesa por el mejor momento económico tras la pandemia. Además, ha puesto en revisión toda su estrategia de adquisición de derechos en nuestro país.
Del mismo modo, Telefónica ya no tiene la presión de pujar al alza gracias a la situación de su anterior gran rival: Mediapro. Y menos tras haber firmado la pax romana con DAZN, su actual competidor en estos momentos por los derechos audiovisuales.
La operadora española acordó incorporar en su oferta esta plataforma y todos sus derechos que incluyen el Campeonato Mundial de Motos a cambio de ceder la gestión de la F1, derechos que había renovado Movistar hace pocos meses.
Esto hace pensar que DAZN y Telefónica tampoco entrarán en una guerra de pujas ya que si el primero se hace con los derechos, el segundo siempre terminaría teniendo la Liga en sus pantallas fruto de este acuerdo.
La salida de Vodafone
En medio de estas pujas también se produjo la salida de Vodafone del mercado de los derechos del fútbol, lo que resta competidores dentro del mundo de las operadoras de telecomunicaciones. Actualmente solo Orange y Movistar emiten el campeonato de Liga, la primera tras comprar los derechos a Telefónica por 300 millones de euros.
Por su parte, Vodafone ya tiene más abonados de televisión que el último trimestre con la Champions League y la liga española en su parrilla. De hecho, la filial de la operadora británica ha ganado 150.000 clientes desde junio de 2018. En su primer trimestre fiscal 2018-2019, la compañía registró 1.328.000 clientes de televisión, frente a los 1,5 millones que mostraba en su último dato reportado.
En definitiva, las operadoras dicen que el escenario es totalmente diferente y los interesados son menos que los que había hace tres años. Incluso si se agita el fantasma de que Amazon pudiera estar interesado en estos derechos, un proceso del que se habló hace tres años, pero que no terminó cuajando.
Valor de la Liga
Las operadoras también advierten que el campeonato español actual es menos atractivo que el de hace tres años. La marcha de Cristiano Ronaldo a Italia y el declive de Lionel Messi han hecho que el Real Madrid y el FC Barcelona sean peores equipos, algo que se ha demostrado en la competitividad del mercado interno y en los torneos internacionales.
Los recortes que han aplicado los clubes españoles en sus presupuestos, la Covid y los estadios vacíos también juegan en contra del valor actual de la Liga. En 2020 no llegó ningún galáctico al campeonato y nada parece que en 2021 lo haga. Las plantillas han perdido valor y las grandes estrellas han migrado a Reino Unido, Italia y Francia, lo que hace que el espectáculo sea menos valioso en términos comerciales.
Por su parte, desde la Liga se insiste en que los derechos audiovisuales tienen un mayor valor que hace tres años, precisamente por sus nuevas condiciones de pandemia. Nadie sabe cuándo podrán volver los aficionados a los estadios, lo que convierte a la televisión en la única ventana para ver los equipos de La Liga en acción. Y según el equipo de Tebas, las televisiones deberán pagar por esta nueva coyuntura.