Cada noche de los martes, después de grabar el programa taurino “Cartel de toros” en Capital Radio, nos reuníamos en animada tertulia un grupo de aficionados en el Restaurante Ferreiro en la calle Comandante Zorita de Madrid. Ahí Federico Sánchez Aguilar ejercía de director de lidia y de algo más. Porque Federico era muchas cosas, además de un gran amigo, pero destacaba, ante todo, por ser un enamorado de la vida y de su profesión: periodista radiofónico. Con 82 años recién cumplidos, nunca pudo curarse del veneno maravilloso que emiten los micrófonos de una emisora. Quien se encantó, lo sabe.
Hablar, por tanto, de Sánchez Aguilar es tener que reseñar historias de la radio de nuestro país. Porque Federico lo fue todo en el mundo de las ondas. Desde sus comienzos, todavía siendo estudiante, dirigiendo el programa “Paraninfo” en Radio Juventud de España, para conducir después, a lo largo de su vida, la información taurina en las principales emisoras de nuestro país: Radio Nacional de España, Radio Exterior, Radiocadena Española, Radio Voz, Onda Cero, Punto Radio, Radio Inter, Gestiona Radio, hasta llegar a éste que ha sido (en la tierra) su último paseíllo, en el entrañable ruedo de Capital Radio. Su conocimiento y defensa de los toros le llevó a ser reconocido por la Asociación Taurina Parlamentaria con el premio a la “Mejor Defensa de los Valores de la Fiesta” en 2007.
Pero no sólo los toros y la radio ocupaban el corazón de Federico, porque su pasión y saberes se extendían a otras áreas de lo divino y de lo hispano. En concreto, el teatro, el género musical de la Zarzuela, así como la historia y cultura de Hispanoamérica fueron abordados en sus investigaciones y quedaron reseñados en sus trabajos periodísticos como jefe de sección que fue de los diarios Arriba, Informaciones y Diario 16, así como en los numerosos libros que llevan su firma, entre ellos: Radiografía de un año taurino, Los noventa y dos del 92, España desgajada: 1810-1898, El Lago Español: Hispanoasia, Ciento veintiuno para el XXI, La España Oriental: cuatrocientos años de España en Asia y Oceanía, Empresas colectivas del pueblo español, La España olvidada, De Eméritas a las Méridas, España en la Rosa de los Vientos, El encanto de la Zarzuela, La Tauromaquia: Compendio de las Bellas Artes y Madrid en sus circos taurinos.
También destacó como locutor en las retransmisiones de corridas de toros que realizó para TVE, Antena 3 y Onda 6 TV, en España, y para la colombiana Inravisión y Teleamazonas de Ecuador. Siendo presidente de la Federación de Asociaciones de Radio y Televisión de España impulsó los premios “Antenas de Oro” y creó los “Micrófonos de Oro”, ambos galardones destinados a distinguir cada año a los profesionales de la radio y la televisión más populares de nuestro país
Con Federico Sánchez Aguilar se nos va una manera de entender lo español hoy escondida y quizá poco conocida, pero siempre presente: como proyección innegable de futuro que es, dado su carácter universal. Su mujer, Mari Carmen, llena de emoción nos ha contado que, en sus últimas horas, sus ojos transmitían la misma felicidad y alegría de siempre: reflejando, seguro, la tranquilidad por la obra bien hecha y la esperanza de una faena que nunca alcanza su fin.
Concluyo este adiós apresurado, querido Federico, con el grito litúrgico con el que cerrábamos los micrófonos cada semana al finalizar nuestro programa de radio: ¡Que Dios reparte suerte! Al que añado, conmovido, un beso y abrazo de despedida ¡Va por usted maestro!