Manu Carreño parece haber dicho adiós a sus días más incómodos al frente de El Larguero de la Cadena SER. El periodista deportivo ha encontrado el rumbo que le permite soñar con recuperar el trono de las noches deportivas que actualmente ostenta El Partidazo de la COPE con Juanma Castaño al frente.
La última oleada del Estudio General de Medios (EGM) otorgaba al programa de la SER 817.000 oyentes, lo que supone 28.000 menos que los que tiene en estos momentos el programa deportivo de la emisora de los obispos. Una cifra que supone recortar en 5.000 fieles las distancias respecto a antes del verano.
Unas cifras que dan un halo de esperanza al locutor deportivo, que ha vivido sus peores momentos al frente de El Larguero en los últimos meses. Especialmente desde el verano de 2021 cuando el programa se hundía a mínimos históricos con 671.000 fieles frente a los 825.000 de El Partidazo.
En aquel entonces las dudas sobre su futuro eran máximas. Tanto es así que en la Cadena SER se plantearon la salida de Carreño. Incluso, hubo voces que pidieron internamente dar un volantazo a la programación buscando otro formato y dejar a un lado a los deportes.
No hay que olvidar que, si bien es cierto que las noches deportivas son una de las franjas con mayor audiencia, el trasvase hacia la televisión en los últimos años ha sido imparable. Especialmente con el éxito de programas como El Chiringuuito que presenta Josep Pedrerol.
La opción de hacer desaparecer un buque insignia como El Larguero fue descartada; y la falta de un recambio de garantías para Carreño llevó en aquel entonces a optar por la renovación del locutor que lleva al frente del programa desde 2016.
A nadie en los pasillos de la Ser se le escapa que una opción que se ve con buenos ojos -y que llegó a estudiarse- sería ‘pescar’ a Juanma Castaño, pero sus emolumentos y el ‘blindaje’ al que la Cope somete a sus estrellas deportivas lo hacen imposible.
De momento parece que Carreño ha hecho olvidar esta situación. Sin embargo, el hecho de que no acabe de dar un giro de timón y las ventanas anuales que se abren para su renovación hacen que su nombre esté en el alero cada final de temporada.