Es conocido el compromiso que Google ha mantenido en los últimos años con los medios de comunicación. Un apoyo para fomentar que las organizaciones se transformen digitalmente y se adapten a las nuevas narrativas que, además, lo han convertido en el principal distribuidor de noticias del mundo. Sin embargo, las últimas decisiones del buscador están dando alas a algunas praxis rechazadas por aquellas compañías que llevan a cabo periodismo de calidad.
De ahí que el presidente ejecutivo de EL ESPAÑOL, Pedro J. Ramírez, haya lanzado una seria advertencia al buscador: “Google ha hecho mucho bien al periodismo, pero también puede hacer mucho daño”. Palabras con las que muestra su oposición a los cambios que el gigante de las búsquedas ha hecho en Discover, que ha convertido en fuente prioritaria de tráfico hacia los periódicos. Una situación que ha calificado de “inaceptable”.
Google Discover es un agregador de contenidos que fomenta el clickbait e incluso “da luz verde a las fake news”, lo que contribuye a la “promoción del mal periodismo”, ha sentenciado Pedro J. La consecuencia de estos cambios ha sido una caída generalizada de las audiencias de los periódicos de calidad ya que otras fuentes como las búsquedas o el agregador Showcase pesan menos en la distribución de información.
Un descenso de lectores que en España es todavía más acusado que en otros países debido a la alta penetración que tienen en nuestro país los móviles con Android. Un sistema operativo del propio Google que prioriza por defecto Discover como fuente prioritaria de información.
Pedro J. ha explicado a los accionistas del diario en la Junta General celebrada este miércoles que EL ESPAÑOL sufre menos que sus competidores, como demuestra el que en cuatro de los últimos seis meses este diario ha sido líder de audiencia. Sin embargo, el presidente de este periódico cree que esto “no resta un ápice de gravedad a lo que está ocurriendo”.
“Se da pábulo al periodismo de mala calidad” después de que se haya producido “el cambio del marco legal sobre propiedad intelectual” que ha permitido cerrar los acuerdos para cesión de derechos a través de Showcase. Un debate en el que este diario se implicó para que se pudiera llevar a cabo y se modificara la norma, y que le llevó -incluso- a firmar el primer acuerdo con Google cuando todavía los dados estaban rodando.
Precisamente por eso, Pedro J. Ramírez cree que “la deriva de Discover es un contratiempo para el impulso de calidad que desvirtúa la propia identidad de Showcase”. Así que ha anunciado a sus accionistas que ya ha “transmitido a Google su preocupación y protesta” por lo que está ocurriendo. “Google ha sido un buen compañero de viaje, pero es verdad que nunca ha dejado de ser un déspota ilustrado, manteniendo su hegemonía y posición de dominio a través del arcano de su algoritmo”, ha sentenciado.
La preocupación de la que habla Pedro J. Ramírez ha sido trasladada también por otros editores a los directivos de Google en España. En estos momentos el buscador está analizando esas quejas y se ha comprometido a dar una respuesta después del verano. Por tanto, existe confianza en que rectifique. Sin embargo, Pedro J. cree que si no es satisfactoria, "si se perpetúa la promoción del mal periodismo, los editores comprometidos con la búsqueda de la verdad y la autoexigencia de la calidad tendremos que reaccionar".
El presidente de EL ESPAÑOL confía en que no haya que “reabrir debates sobre el marco legal y el dominio de Google, tanto a nivel español como europeo”. Pero también asume que “sería aún más inconveniente aceptar una regresión en el proceso de recuperación que en los últimos años ha experimentado el buen periodismo”.
Ese retorno, insiste, “perjudicaría gravemente el derecho a la información libre y veraz que la Constitución reconoce a la ciudadanía”. Algo esencial en un contexto como el actual, en el que se celebran unas elecciones generales en las que EL ESPAÑOL volverá a pedir la colaboración PP y PSOE para que lleguen a grandes acuerdos de Estado.