La polémica estalló la semana pasada cuando el diario Financial Times publicó la agenda del último año y medio de los miembros del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE). Allí aparecían unas reuniones que levantaron la polémica: los encargados de gestionar la política monetaria de la eurozona se citaban con banqueros y gestores de fondos antes de adoptar todas las decisiones históricas de estos años. Por supuesto, todas estas políticas aprobadas por la institución dispararon la cotización de los activos en los mercados, por lo que era una información muy valiosa.
El vicepresidente del BCE, Vítor Constancio, explicó el miércoles en Madrid que estas reuniones con banqueros y financieros son muy valiosas para la entidad, ya que “se obtiene información muy importante”. “En estos encuentros escuchamos, ya que es importante ver cómo reaccionan”, remarcó Constancio.
El FT consiguió las agendas de los miembros del Comité Ejecutivo del BCE gracias a una petición de información y, aunque estos encuentros no se publicitan, han existido y seguirán existiendo. Según reveló Constancio, en estas reuniones se habla sobre regulación, legislación, y también sobre política monetaria. Sin embargo, intentó atajar cualquier sospecha de que hayan filtrado información confidencial: “Recuerden que las decisiones del BCE se toman en grupo”, indicó.
La sombra de la duda
Como apunta Constancio, los miembros del BCE se reúnen cada seis semanas para revisar su política monetaria y las decisiones se toman por mayoría. El derecho a voto en estas reuniones es rotatorio entre los presidentes de los bancos centrales nacionales (Luis María Linde en el caso del Banco de España), pero es fijo para los seis miembros del Comité Ejecutivo. En efecto, ningún miembro de la institución tiene capacidad para determinar la política monetaria de la entidad por sí mismo, por lo que sería imposible que filtrara información exacta sobre las decisiones del BCE antes de las reuniones. En cualquier caso, su información es muy valiosa desde el punto de vista de que conocen las preocupaciones de la entidad, las mayorías que se manejan en la institución y lo que piensan sus colegas.
Las agendas que han salido a la luz demuestran que los miembros del Comité Ejecutivo del BCE atienden más a los banqueros que a los periodistas. De hecho, el presidente de la entidad, Mario Draghi, no ha concedido ni una sola entrevista a un medio español en sus cuatro años de mandato. Además, en el último año y medio, ni el presidente ni el vicepresidente de la institución se han reunido con las autoridades españolas, mientras que sí se han visto con la banca: Draghi se reunió con Bankia y con el Santander y también con representantes de países que no están en la eurozona, como Estados Unidos o Japón.
No hay ninguna decisión adoptada respecto a la reunión del BCE de diciembre, esperaremos a actualizar nuestro cuadro de previsiones macroeconómicas
En su visita a Madrid para celebrar el VII Seminario de Alto Nivel de los Gobernadores del Eurosistema y América Latina, Constâncio atendió a los medios de comunicación, pero no quiso pronunciarse respecto a la reunión clave que celebrará la entidad el próximo 3 de diciembre. Los miembros de la institución lo tienen claro: prohibido hablar a la prensa del encuentro de diciembre.
Esta reunión es tan importante porque Draghi insinuó en el último encuentro de la entidad que podrían aumentar los estímulos monetarios en diciembre. Constâncio explicó en Madrid que la entidad determinará su política monetaria después de revisar su cuadro de proyecciones macoreconómicas (que actualiza en la misma reunión), pero que “todavía no hay ninguna decisión tomada ni ninguna conclusión”.
Sin miedo a la Fed
Una de las mayores preocupaciones de la economía mundial (si no es la mayor) es si la Reserva Federal subirá los tipos de interés en su próxima reunión que celebra los días 15 y 16 de diciembre. Desde que la presidenta de la institución insinuó que empezarían a retirar los estímulos antes de final de año, la rentabilidad de la deuda se ha tensionado al alza, lo que podría suponer un problema para los países más endeudados.
Desde el BCE hacen un llamamiento a la calma. El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, indicó que una subida de tipos de la Fed “no tendrá un impacto negativo sobre Europa”.
Una subida de tipos de la Reserva Federal en diciembre no tendrá un impacto negativo en Europa
Por su parte, Constancio apeló al nuevo instrumento de política monetaria que están empleando los bancos centrales mundiales: forward guidance (hoja de ruta). Su intención es que sus decisiones sean previsibles, o lo que es lo mismo, que el mercado ya las haya descontado. Para conseguirlo, insinúan sus movimientos con antelación y determinan sus objetivos para no sorprender a los inversores y evitar los episodios de fuerte volatilidad que generaron en el pasado.
Cuando la Fed avisó de que podía retirar su programa de compras de activos (momento conocido como QE tantrum) en 2013, los mercados reaccionaron a la baja en todo el mundo. “Fue una sorpresa”, explicó Constancio, “pero si la Fed sube los tipos ahora, no será ninguna sorpresa”. En su opinión, la divergencia entre las políticas monetarias a uno y otro lado del Atlántico es “buena”, ya que “responde a los fundamentales diferentes de las dos economías”.