El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, puede decirlo más alto, pero no más claro: “La dinámica de los precios está siendo más débil de lo esperado” y “la entidad revisará su política monetaria en la reunión de marzo (...) No hay límites de hasta dónde podemos llevar nuestra política monetaria", ha asegurado. De este modo, ‘Super Mario’ repite, al pie de la letra, la estrategia que siguió el pasado mes de octubre, cuando anunció que quería revisar su política monetaria en diciembre.
Ese día fue muy positivo para las bolsas y, lo más importante, contribuyó a crear un mes y medio de calma en los mercados. Hoy ha vuelto a repetir esta estrategia casi sin cambiar una coma. Draghi quiere esperar al mes de marzo, cuando la entidad revisa sus proyecciones macroeconómicas y que será cuando realice su primera previsión de la evolución de los precios hasta 2018.
"No hay límites de hasta dónde podemos llevar nuestra política monetaria"
Si se confirma lo que parece evidente, que los precios se siguen frenando, la entidad tendrá que salir a combatir la deflación con nuevos estímulos. Draghi lo ha explicado: “La incertidumbre sobre el crecimiento de las economías emergentes, la volatilidad financiera y la depreciación de las materias primas” son los causantes de esta debilidad de los precios. Y avisa: “El objetivo de la política monetaria es mantener la estabilidad de precios”, algo que cada día está más lejos de conseguir.
Por este motivo estudia aprobar una nueva batería de medidas que también apoye el crecimiento económico. Por si fuese poco, el BCE fue unánime en adoptar un nivel de comunicación tan contundente como este. Esto refleja que todos los países del euro están convencidos de que es necesario revisar la política monetaria en marzo y de que “no hay límites” en sus herramientas de política monetaria.
Enmendar los errores
El camino tranquilo de los mercados financieros cambió a partir de la última reunión del BCE de 2015, la del tres de diciembre. Los mercados esperaban una batería de estímulos nunca antes vista que incluyese, muy importante, un aumento de compras de activos, la vía por la que la entidad inyecta liquidez y capital en el sistema. Pues incluyó de todo menos eso. Y como era imprescindible, las bolsas empezaron a dudar.
El Ibex, que entonces se situaba en la zona de máximos previos a la crisis de China de agosto, en el entorno de los 10.400 puntos, empezó entonces a caer. Ha descendido más del 17% desde entonces. Y lo mismo ocurrió con el resto de grandes bolsas mundiales. En ese momento se acabaron las esperanzas de cualquier ‘rally de fin de año’ y los inversores se pusieron en modo vendedor.
Mes y medio después, el BCE ha vuelto a reunirse con la intención de tranquilizar a los mercados. Pero esta vez era más difícil todavía, ya que tenía que convencer con palabras, pero sin hechos. Los miembros de la entidad han considerado que es demasiado pronto para aplicar nuevos estímulos con los de diciembre tan recientes. Si siguen disparando balas, se van a quedar sin munición muy rápido… si no se han quedado ya sin ella.
Una vez más, el presidente de la entidad tuvo que rebuscar entre el léxico de los banqueros centrales aquél que suene a promesas realizables. A “estamos abiertos a utilizar todas las herramientas que nos da nuestro mandato si es necesario” y "revisaremos nuestra política monetaria". Mientras tanto, el fantasma de la deflación está más presente que nunca en sus reuniones y el BCE con más dificultades para lograr su objetivo de mantener “las expectativas de inflación en el medio plazo cerca, pero por debajo del 2%”.
Buenas palabras para España
Draghi ha tenido buenas palabras para España, como uno de los ‘alumnos aventajados’ en adoptar las recetas de Bruselas y Fráncfort. “Creo que España es uno de los países que ha tenido más éxito con sus reformas estructurales", ha asegurado el presidente del BCE. En cuanto a la fragmentación política, Draghi se ha abstenido de comentar la situación que vive el país, ya que por su mandato, no puede realizar apreciaciones políticas.
“Creo que España es uno de los países que ha tenido más éxito con sus reformas estructurales"
Sin embargo, pide más esfuerzos a los políticos, ya sea en España o en el resto de Europa. Draghi da cuatro recetas que en su opinión son clave para apuntalar el crecimiento en la región. En primer lugar, recortar los impuestos, en segundo, realizar un mayor control del presupuesto para evitar que se prolonguen los déficit fiscales, en tercero, aprobar “en la medida de lo posible” inversiones públicas que generen altos retornos y, por último, adoptar reformas estructurales que eleven el crecimiento potencial.
Todo bajo control en China
Uno de los mayores riesgos que tiene la economía mundial, y el BCE para conseguir cumplir su objetivo de inflación, es el frenazo de la economía china y la volatilidad que está generando en los mercados financieros. “Las autoridades chinas tienen la reputación de actuar con responsabilidad y en las últimas semanas están tomando el control”, ha explicado Draghi.
En cualquier caso, el presidente del BCE ha avisado que “la desaceleración gradual que está en línea con las expectativas de la entidad”. Esto significa que esperan un cambio de modelo ordenado en el país, pero en ningún caso un desplome brusco de su economía. Además, ha advertido que la entidad está monitorizando las salidas de capitales de China de forma constante para analizar su impacto en Europa.