Sorpresa mayúscula en el Banco de Inglaterra (BoE) que ha decidido mantenerse firme ante las peticiones del mercado de realizar una rebaja de los tipos de interés hasta el mínimo histórico. Los inversores llevaban descontando esta decisión desde que los británicos votaron a favor del brexit en referéndum, lo que había ayudado a mantener en calma las cotizaciones, pero el BoE ha decidido mantener su política monetaria sin cambios. Nada de estímulos para calmar las cotizaciones.
El Comité de Política Monetaria votó de forma mayoritaria la decisión de mantener los tipos de interés en el mínimo histórico en el que llevan siete años, en el 0,5%. En concreto, ocho miembros del Banco de Inglaterra votaron a favor y solo uno en contra, Gertjan Vlieghe, que pidió recortar los tipos hasta el 0,25%. Esto demuestra que no están convencidos de aprobar nuevos estímulos monetarios y, sobre todo, de gastar una de las últimas balas que le queda a la entidad. Al menos mientras no sea necesario.
Este enfrentamiento con las demandas del mercado podría tener un impacto negativo sobre las cotizaciones, algo de lo que es consciente el Banco de Inglaterra y que ha tratado de minimizar en su comunicado. La entidad explica que "en ausencia de un deterioro mayor en el equilibro entre sostener el crecimiento y devolver la inflación a su nivel objetivo, la mayor parte de los miembros del Comité esperan que la política monetaria se relaje en agosto". En otras palabras, que mantienen la puerta abierta a satisfacer las demandas de los inversores en su próxima reunión.
Aunque el Comité ha decidido mantener sin cambios su política monetaria, durante la reunión discutieron las opciones para aprobar nuevos estímulos monetarios o incluso la combinación de ellos (además de bajar los tipos de interés, también podría elevar su programa de compra de activos).
La mayor parte de los miembros del Comité esperan que la política monetaria se relaje en agosto
El Banco de Inglaterra tiene que ser prudente en sus decisiones de introducir nuevos estímulos monetarios, ya que las expectativas de inflación han subido en los últimos días al tiempo que la libra se depreciaba. La caída del tipo de cambio encarece las importaciones, lo que podría suponer una amenaza para mantener la estabilidad de la inflación. Los estímulos monetarios siempre conllevan un descenso del tipo de cambio, esto es, una depreciación de la divisa y, después de que la libra haya caído un 6% desde el referéndum, el Banco de Inglaterra no puede permitir un movimiento mucho mayor.
Alerta económica
El Banco de Inglaterra explica que los efectos del brexit sobre los mercados financieros tenderán a reducirse durante los próximos meses, sin embargo, los problemas económicos están empezando a aflorar. La entidad alerta de que "existen signos preliminares que indican que el resultado del referéndum está afectando a la confianza en los hogares y las empresas". Los indicadores adelantados y los contactos que ha mantenido la entidad "sugieren que algunas compañías están empezando a retrasar proyectos de inversión y decisiones de contratación".
El Comité juzga que el impacto sobre la demanda, la oferta y el tipo de cambio puede provocar un ritmo del crecimiento significativamente inferior y una inflación mayor
Al mismo tiempo, observan que las expectativas de los hogares se han "debilitado significativamente". La mezcla de estos dos factores "sugiere que la actividad se debilitará en el corto plazo". "El Comité juzga que el impacto sobre la demanda, la oferta y el tipo de cambio puede provocar un ritmo del crecimiento significativamente inferior y una inflación mayor que las proyecciones de mayo".