El dictamen del Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre las cláusulas suelo de las hipotecas ¿ha sorprendido negativamente pero la reacción del mercado ha sido exagerada¿. Así lo consideran al menos los analistas de Bankinter, que estiman un impacto inferior a 2.000 millones de euros para el conjunto de entidades cotizadas (-22,8 puntos básicos en CET1 fully loaded de media), por lo que mantiene su visión ¿positiva¿ sobre el sector para 2017.
Las entidades afectadas habían provisionado el grueso del impacto de eliminar las cláusulas suelo hasta mayo de 2013. Tras la sentencia del TSJ las entidades afectadas tendrán que incrementar el volumen de provisiones para cubrir el coste de aplicar la retroactividad hasta el origen de las operaciones.
El importe estimado por las entidades cotizadas asciende a 1.870 millones de euros, señalan en un informe los analistas de Bankinter en un informe en el que recuerdan que el Santander no comercializó hipotecas con cláusulas suelo por lo que la sentencia no tiene ningún impacto en la entidad.
Según las estimaciones de estos expertos, el aumento en provisiones tendrá un impacto negativo en la ratio de capital CET-I ¿fully loaded¿ de -22,8 puntos básicos para el conjunto de entidades cotizadas. Bankia y BBVA serán las entidades menos afectadas con un impacto en CET1 (el capital de máxima calidad) `fully loaded¿ de -8,4 y -10,4 puntos básicos, respectivamente. Por su parte, estiman un impacto superior a -40 puntos en CaixaBank, Liberbank y Popular.
¿En todos los casos, incluso teniendo en cuenta otros impactos no relacionados con las cláusulas suelo como el saneamiento extraordinario anunciado por Popular y la compra del banco portugués BPI por parte de Caixabank, las ratios de capital superan ampliamente los requisitos regulatorios¿, recuerda Bankinter.
En conclusión, los analistas entienden que la caída en el valor bursátil de las entidades ha sido exagerada y mantienen su visión positiva sobre el sector para 2017 en base a cuatro factores el aumento previsto en la demanda de crédito y la recuperación de los diferenciales de crédito (menor presión competitiva); la mejora en los indicadores de riesgo; los esfuerzos anunciados por las entidades en reducción de costes operativos; y una menor presión regulatoria.