Según fuentes jurídicas, el que fuera jefe del grupo de inspectores que supervisó a BFA-Bankia antes de la salida a bolsa, Pedro Comín, ha asegurado que mostró los correos sólo a su superior directo, Pedro González, con el que los examinó "ad nauseam".
Así lo ha confirmado González, que también ha comparecido hoy como investigado, y que ha expresado que está convencido de que la antigua cúpula del organismo, entre otros el exsubgobernador Javier Aríztegui, conocía esta información ya que existía una relación fluida entre departamentos.
Comín, que ha reiterado la adecuación de las cuentas empleadas por Bankia para la operación, ha sostenido que trabajó de forma exhaustiva con la información aportada por Casaus y el resto de inspectores, fruto de la cual elaboró un documento en abril de 2011 que ha aportado hoy a la sala.
En el informe, al que ha tenido acceso Efe, ambos exinspectores defienden que no se sacara a bolsa el grupo al completo, ya que "favorece el atractivo para los inversores, permite obtener una valoración mayor, mejora los parámetros fundamentales de la filial y se introducen incentivos para la mejora y profesionalización del gobierno corporativo".
Además, subrayan que esta decisión "concentra los esfuerzos de la gestión en el negocio bancario de futuro" en Bankia, y afirman que, de completarse con éxito, la operación marcaría el camino a seguir por otras entidades, lo que favorecería la capitalización privada del sector.
El escrito considera asimismo que la "adecuada" estrategia de capitalización presentada por la entidad "incrementa notablemente las posibilidades de éxito", aunque reconoce que el Banco de España no disponía de toda la información para valorar "adecuadamente" la viabilidad y el equilibrio de la operación.
Un contenido que, casi seis años después, ha refrendado Comín, para quien las impresiones de Casaus eran a futuro, precipitadas, en algunos casos erróneas y contradictorias, y no estaban lo suficientemente pensadas.
Entre estos errores ha destacado las dudas sobre el margen de explotación de Bankia, ya que, en su opinión, la entidad generaba dinero, y ha defendido el rigor de los informes de seguimiento realizados por el departamento frente a la inmediatez de los correos.
En la misma línea se ha mostrado González, que ha criticado las observaciones de Casaus por no ofrecer una visión de conjunto, y ha destacado la diligencia del Banco de España, que hizo todo lo posible para mejorar la gestión de Bankia, lo que permitió ahorrar 180 millones de euros en concepto de bonus a directivos.
Tanto González como Comín han respondido durante más de dos horas cada uno únicamente a las acusaciones populares y a alguna de las defensas, ya que ni el fiscal, ni el FROB ni el propio juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu han formulado cuestión alguna, al igual que sucedió en la jornada de ayer.
Tras la que ha sido una de las sesiones más técnicas, el titular del juzgado central de Instrucción número 4 retomará mañana los interrogatorios con las comparecencias del ex director general de supervisión del Banco de España Jerónimo Martínez Tello y el ex director general del FROB en la época, Mariano Herrera.