En declaraciones a la Cadena Cope recogidas por Europa Press, Brufau destacó que existe un debate "con un cierto papanatismo" sobre el coche eléctrico y aseguró que cuando llegue, ya que la tecnología es "imparable", tendrá "acomodo" en el negocio de Repsol.
No obstante, el directivo remarcó que se trata de una tecnología "inmadura" actualmente y que cuesta entre "una vez y media o dos" lo que un coche de combustión interna, por lo que "cuidado con el traspaso de renta, ya que no mucha gente se puede comprar un coche que valga una vez y media más que un coche tradicional".
A este respecto, apuntó que las subvenciones destinadas al coche eléctrico deben ponerse en relación con las recibidas por un vehículo de combustión interna.
Así, estimó que para cada coche eléctrico el Estado europeo está dispuesto a subvencionar aproximadamente 10.000 euros entre lo que deja de pagar el comprador como subvención en la adquisición más lo que no se ingresa por impuestos especiales, mientras que este tipo de vehículos suponen un ahorro de ocho toneladas de CO2 a lo largo de su vida, "lo que representa entre 1.000 y 1.500 euros por tonelada dejada de emitir".
"Esto no es sostenible, especialmente en países donde hoy generan la electricidad con el 40% de carbón", añadió al respecto el presidente de la petrolera.
Por otra parte, Brufau puso en valor que el petróleo no se destina solo a gasolina y que el 40% de todo el consumo de petróleo en el mundo es para productos petroquímicos o industriales.
Además, consideró que "hay medias verdades" en lo referente a la carbonización del mundo, ya que el CO2 no es "un mal gas, lo necesitamos para vivir", aunque un exceso del mismo produce "un calentamiento del planeta".
Así, defendió la necesidad de reducir las emisiones, pero aseguró que se trata de un esfuerzo que debe llevarse a cabo desde todos los frentes. "Esta es una batalla que tiene muchas caras, y unas pasan por descarbonizar la sociedad y otras por la mayor responsabilidad", dijo.