El calendario que manejan en el Ejecutivo y en las filas del PP arranca el 31 de marzo con la aprobación del proyecto presupuestario en el Consejo de Ministros y la rueda de prensa posterior del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

El mismo Montoro llevará el martes, 4 de abril, los Presupuestos al Congreso. Una vez calificado por la Mesa del Congreso, el proyecto será publicado después en el Boletín Oficial de las Cortes Generales y se abrirá un plazo de uno o dos días para solicitar las comparecencias de los altos cargos del Gobierno con el fin de explicar las cuentas.

Eso sí, las comparecencias no tendrán lugar hasta después de Semana Santa, sea en torno al 20 de abril o a la semana siguiente. Será el momento para que los grupos parlamentarios decidan si presentan o no enmiendas de totalidad pidiendo la devolución del proyecto. Ese plazo acabará el 27 o 28 de abril y el debate tendrá lugar la semana siguiente, previsiblemente los días 3 y 4 de mayo.

Este segundo día, 30 días después de que el Gobierno apruebe el proyecto de ley de Presupuestos, el Congreso celebrará la votación de enmiendas a totalidad, que se votarán conjuntamente ya que todas piden lo mismo: devolver el proyecto al Gobierno.

La votación tendrá lugar cuando el presidente del Gobierno haya recuperado la capacidad de disolver las Cortes y convocar elecciones, ya que no puede hacerlo hasta un año después de la anterior disolución de las Cámaras (3 de mayo de 2016).

Del resultado de la votación dependerá el futuro de los Presupuestos de 2017, pues ahí se decidirá si siguen su tramitación o son 'tumbados' por la oposición y devueltos al Gobierno.

Para esa cita, si el PSOE mantiene su decisión de presentar enmienda de totalidad, el PP necesitará sumar, además de sus socios electorales de UPN y Foro y de sus aliados de investidura Ciudadanos y Coalición Canaria, al grupo del PNV, lo que le aseguraría 175 diputados que garantizan al menos el empate, lo que a su vez sirve para derribar las enmiendas de la oposición.

EL PNV DA EL EMPATE PERO NO BASTA EN LA FASE FINAL

El apoyo del PNV, además del de Ciudadanos y CC, asegura también al PP la victoria en la Comisión de Presupuestos, pero no serían suficientes para la fase posterior, en el caso de que los Presupuestos volvieran al Pleno del Congreso para aprobarlos sección por sección (las cuentas de cada ministerio).

Ahí no basta con el empate, sino que se precisa más votos a favor que en contra, y sólo con perder una sección, las cuentas de un ministerio determinado, todo el proyecto presupuestario se desplomaría.

En los últimos días el Gobierno ha abierto una vía de negociación con Nueva Canarias, partido con el que el PSOE concurrió en coalición electoral los pasados comicios, y cuyo apoyo serviría al Ejecutivo para obtener la mayoría necesaria, siempre que mantuviera el resto de apoyos que negocia para la aprobación de los Presupuestos.