Una fuente del BCE dijo que el organismo fue malinterpretado por los mercados tras su reunión del 9 de marzo.
Sorprendidas cuando los mercados comenzaron a incorporar el escenario de un alza de tipos de interés para inicios del próximo año, las autoridades del BCE quieren dar seguridad a los inversores de que su política de dinero barato está lejos de terminar, y parecen ser reacios a cambiar el mensaje antes de junio, dijeron seis fuentes cercanas al Consejo de Gobierno.
Aunque el actual nivel de la rentabilidad de los bonos europeos sigue siendo aceptable, un nuevo aumento podría ser problemático, especialmente en países como Italia, España y Portugal, donde los pagos de deuda son elevados y podrían dar paso a recortes de gastos, impactando en el crecimiento económico.
En momentos en que la economía de la zona euro atraviesa por su mejor racha en una década y los políticos conservadores quieren empezar a retirar los estímulos, el BCE reconoció tímidamente los progresos con un leve cambio en su orientación a inicios de marzo, al retirar la afirmación de que está dispuesto a utilizar todos los instrumentos disponibles.
Pero el mensaje no fue entendido como se esperaba.
"Queríamos comunicar que tenemos menos riesgos pero el mercado lo tomó como un paso hacia la salida (de los estímulos)", dijo una de las fuentes. "El mensaje fue malinterpretado", aseveró.
De hecho, los rendimientos de los bonos y los inversores rápidamente empezaron a proyectar un alza de los tipos de interés para el primer trimestre de 2018, incluso aunque las autoridades del banco central han tratado en vano de reducir esas expectativas.