La deuda subió en el tramo final de 2016 en 9.594 millones, hasta los 1.113.851 millones, pero el ratio se redujo del 100,4 por ciento del tercer trimestre al 99,4 por ciento en diciembre de 2016, la meta que se había fijado el Ejecutivo para ese año.
Para 2017 la proyección oficial -según el plan presupuestario actualizado remitido en diciembre a Bruselas- se sitúa en un ratio de deuda que suponga un 99,0 por ciento del PIB.
A principios de marzo una fuente del Tesoro adelantó que la deuda pública se había situado al cierre de 2016 en el 99,26 por ciento del PIB, frente al 99,77 por ciento del PIB de finales de 2015
Antes del comienzo de la crisis, en 2007, la deuda pública española ascendía a 384.000 millones de euros, suma equivalente al 35,5 por ciento del PIB.
La víspera, el gobierno anunció que también cumplió sus compromisos de reducción de déficit público en 2016, al bajar el saldo negativo al 4,54 por ciento del PIB, ligeramente por debajo de la meta del 4,6 por ciento.