Pese a las dudas iniciales, las bolsas europeas lograron salvar la última sesión de un trimestre extraordinario para la renta variable. El Ibex 35 subió un 0,55%, destacando entre los índices más alcistas de Europa, y alcanzó los 10.462 puntos, máximos de 16 meses. En 2017, el selectivo español ha ganado un 11,87%, su mayor escalada alcista desde los tres primeros meses de 2015, cuando el BCE puso en marcha el QE, su gigantesco programa de compra de deuda.

Los mercados encararon una sesión marcada por la intensa agenda económica. Entre las referencias más relevantes del día destacaron la inflación en la eurozona, que bajó en marzo al 1,5%; el PIB de Reino Unido en 2016, que se mantuvo estable pese al brexit; y la presentación de los Presupuestos de 2017 en España, con ocho meses de retraso. El Gobierno también actualizó su cuadro macro, augurando una recaudación récord (ligeramente superior a la de 2007), un crecimiento del 2,5% y una caída del desempleo por debajo del 17%. El optimismo hacia la economía española aumentó después de que la agencia S&P elevara las perspectivas de su rating.

Los inversores adoptaron un sesgo más conservador en la última sesión del trimestre y redujeron posiciones en los valores cíclicos que han liderado el rally bursátil en 2017; en favor de valores defensivos como las eléctricas. La mala evolución de las materias primas también jugó en contra de petroleras y acereras. Por su parte, el descenso de la inflación penalizó a la banca, ya que refuerza la tesis de que el alza del IPC se debe a factores coyunturales y el BCE esperará a junio antes de estudiar una retirada de estímulos. El sector financiero es el más perjudicado por la política de tipos de depósito negativos del banco central.

Pero a pesar de esta cautela, el buen tono de los datos macro y la ausencia de noticias en el plano político permitió a los índices europeos salvar la jornada. Wall Street también contribuyó a los avances, aunque al cierre de la sesión en Europa cotizaba con ligeras variaciones y tendencias mixtas. Los expertos creen que, tras un 2016 marcado por el populismo, el mercado está superando sus temores al ver que los resultados empresariales se recuperan de una larga recesión y que el ciclo económico sigue siendo expansivo.

En España, el Ibex 35 registró una subida del 0,55%, hasta los 10.462 puntos, su nivel más alto de los últimos 16 meses. La banca y las empresas ligadas a las materias primas lastraron al índice durante gran parte de la sesión, aunque las eléctricas y los pesos pesados como Telefónica lograron compesar estos descensos.

Los valores con un negocio anticíclico o un elevado flujo de caja, como Gas Natural (1,61%), Cellnex (1,54%), Inditex (1,50%) o Enagás (1,48%), lideraron los avances. Algunos bancos también acabaron dándose la vuelta a lo largo de la sesión, como BBVA (0,83%) o Bankinter (0,78%). Bankia (0,66%) también cerró en positivo, en la jornada en la que pagaba un dividendo de 0,02756 euros, con el que el Estado recupera cerca de 210 millones del dinero del rescate.

Ninguno de los pesos pesados cerró en rojo. Iberdrola se anotó un 1,10%, en su Día del Accionista, en el que el presidente, Ignacio Sánchez Galán, reafirmó su intención de hacer de la eléctrica "una compañía aún más grande y rentable", gracias al plan estratégico 2016-2020, que contempla inversiones de 25.000 millones de euros. Por su parte, Telefónica (0,34%) se consolidó como el cuarto valor más alcista del Ibex en 2017, tras revalorizarse un 18%. Por último, el Santander (0,00%) salvó por los pelos la jornada.

En cambio, el Popular (-1,09%) fue uno de los peores valores del Ibex, penalizado por UBS, que rebajó su precio objetivo desde los 0,73 hasta los 0,72 euros. Pese a que la revisión en sí es poco relevante, sí puso de manifiesto las negras perspectivas de los analistas, que creen que la acción debería caer cerca de un 20%.

Entre los más castigados también se coló Acerinox (-0,53%), pese al apoyo de JP Morgan, que elevó su precio objetivo de 14,1 a 14,6 euros.

En el mercado continuo, el gran protagonista fue Abengoa, cuyos títulos se hundieron casi un 80%, tras la avalancha de nuevas acciones. Hoy comenzaron a cotizar los títulos procedentes de la ampliación, que ha tenido un efecto dilutivo para el minoritario del 95%, según reconoció la propia empresa a la CNMV. Este era el último paso para cerrar la reestructuración que ha salvado a Abengoa, a cambio de dejarla en manos de la banca acreedora.

En cambio, OHL subió un 0,4%, celebrando la reciente firma de un contrato de refinanciación de deuda por valor de 746 millones. La constructora también anunció un duro plan de recortes que afectará a 554 de sus trabajadores en España.

En los mercados de divisas, el euro bajó hasta los 1,0694 dólares, penalizado en parte por las perspectivas de que el BCE será menos agresivo con su política monetaria.

En el caso de la renta fija, la prima de riesgo subió a 134 puntos básicos, mientras que la rentabilidad del bono español a 10 años ascendió al 1,66%. Pese a todo, el bono español aún se encuentra muy lejos del 1,9% que alcanzó hace tres semanas, cuando las dudas sobre el futuro político de Francia alcanzaron su punto álgido.