A finales de junio ya será operativa la nueva plataforma de fondos de inversión que ha diseñado BME. Se trata de comprar, vender y traspasar fondos como si de acciones, Sicav o ETFs se tratase y, por ello, seguirá sus pautas. Habrá que utilizar un intermediario, pagar las comisiones de compraventa y también la custodia. Todas estas operaciones se harán al precio liquidativo que ofrezca el fondo.
En principio, todo son mayores costes frente a la compraventa directa de fondos de inversión a una gestora. Ya que no suelen generarse costes añadidos. Sin embargo, la ventaja que ofrecerá una plataforma como la presentada hoy por BME es que el ahorrador podrá acceder desde ella a una gran variedad de fondos y, además, lo habitual es que los fondos que compran y vendan en esta plataforma tengan comisiones de gestión más bajas que esos mismos fondos comercializados por la gestora. Teniendo en cuenta que son inversiones a largo plazo muchas de ellas, la rebaja de la comisión de gestión con el paso de los años puede resultar un ahorro interesante.
Esta prevista rebaja en los costes de gestión son consecuencia de que la parte de la comisión que se destina a satisfacer al comercializador (normalmente la propia entidad financiera o un tercero) en el mercado no tiene sentido. Por tanto, el ahorrador en fondos deberá calcular si le compensan los costes propios de la operativa bursátil con el ahorro que consigue al soportar una comisión de gestión inferior a si comprase esos fondos por otras vías.
Según apuntaron ayer desde BME, ya se ha contactado con varias gestoras que han mostrado su interés en participar en este mercado, aunque será aquellas con un perfil más independiente de los grandes entidades financieras las más interesadas en que sus fondos se negocien en la Bolsa. La razón se encuentra en que estas gestoras independientes son de menor tamaño y sus vías de comercialización más complicadas frente a las grandes entidades financieras, por ejemplo.
En principio la plataforma está abierta a la negociación de todos los fondos de inversión, tanto nacionales como extranjeros que estén inscritos en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNM).
Como si de una acción se tratase, las operaciones se liquidarán dos días después de la compraventa efectiva (D+2). Lógicamente, la liquidez para el inversor está garantizada por cuanto si no hubiera compradores o vendedores (según el caso) la gestora siempre está obligada a dar liquidez a sus clientes.
El desarrollo de la plataforma, que tiene otros competidores en Italia y en el conglomerado Euronext, se ha desarrollado con recursos propios de BME, tras su experiencia no solo en acciones sino también en la negociación de Sicav y de ETFs.