"La mayor parte de los participantes anticipó que el actual ritmo gradual de alza de tipos de interés continuaría y juzgaron que un cambio en la política de reinversión sería apropiada a finales de este año", explicaron los documentos de la reunión de los pasados 14 y 15 de marzo, en la que se decidió elevar el precio del dinero hasta el rango actual de entre el 0,75 % y el 1 %.

En el marco del avance del ajuste monetario, está creciendo la preocupación por el multimillonario balance de la Fed acaparado a través del programa de compra de bonos para revitalizar la economía estadounidense entre 2008 y 2014.

Aunque se mostraron de acuerdo en la necesidad de rebajar este balance, la mayor parte del cual son bonos del Tesoro y activos respaldados en hipotecas, las dudas se ciernen sobre el modo y calendario de reducción.

La cartera de la Fed pasó de apenas un billón de dólares en 2008 a los 4,5 billones de ahora.

Actualmente, el banco central ha dejado de comprar activos, pero sigue reinvirtiendo los beneficios obtenidos con adquisiciones previas en nuevos activos.

La Fed baraja varias opciones entre las que sobresalen simplemente dejar que estos activos concluyan de una vez cuando venzan sus plazos o que sean eliminados gradualmente.

Ambas decisiones podrían provocar abruptos movimientos en los mercados financieros, ya que implicarían la elevación de los tipos de interés a largo plazo.

Sin embargo, los analistas consideran que llevar a cabo una supresión gradual conlleva menos riesgos financieros que dejar que culminen sus periodos, pero es mucho más difícil de comunicar de manera clara y predecible.

En este sentido, la pasada semana el presidente de la Fed de Nueva York, William Dudley, apunto a "una normalización del balance de la Fed puede ser un sustituto del alza de tipos de interés a corto plazo" por lo que podríamos decidir de hecho al mismo tiempo tomarnos una pause en términos de tipos de interés"

La Fed mantiene sus previsiones de dos ajustes sucesivos del previo del dinero a lo largo de 2017, dada la mejoría de la economía estadounidense.

La propia presidenta de la Fed, Janet Yellen, reconoció ante el Congreso en febrero que el banco central comenzaría esta rebaja de su cartera solo una vez que los tipos de interés son los suficientemente altos para poder ser movilizados en caso de turbulencia económica.

El próximo encuentro sobre política monetaria en EEUU está previsto para el 2 y 3 de mayo.