Por detrás, se sitúa la corrupción, que sigue su línea ascendente de los últimos meses y se ha disparado en esta encuesta citada como principal problema por el 44,8 % de los encuestados, 7,5 puntos más que en el sondeo anterior.
La preocupación por el desempleo se mantiene en línea con la del barómetro anterior, cuando un 72,2 % de los encuestados lo citó como principal problema, pero es 4,8 puntos inferior a la del barómetro de marzo de 2016 (77,1 %).
La encuesta del CIS se elaboró entre el 1 y el 10 de marzo, un periodo en el que, entre otras cosas, se produjo la declaración ante el juez como investigado por el caso Auditorio del entonces presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, que dimitió hace dos días. También se celebró por esas fechas el juicio por el saqueo al Palau de la Música.
La corrupción entró a formar parte de las principales inquietudes de los ciudadanos en noviembre de 2011, y desde entonces ha figurado siempre con altibajos, llegando a alcanzar en noviembre de 2014 el máximo histórico del 63,8 %.
Frente al ascenso de la preocupación por la corrupción, la encuesta muestra por el contrario una mejor percepción de la situación económica, ya que disminuye en cinco puntos el porcentaje de ciudadanos a quienes preocupa este asunto (el 22 % frente al 27 % del mes anterior), y también hay un mayor optimismo sobre su evolución.
Así, en su análisis de la situación económica, el 60,7 % la califica de mala o muy mala (1,4 puntos menos que un mes antes), frente a solo un 4,4 % (siete décimas más) que la ve buena y más de un tercio (34,3 %) que la tacha de regular.
Sobre el futuro, el 22,6 % de los encuestados (un punto más que en el barómetro anterior) consideran que la economía va a mejorar en un año, frente a un 42,8 %, el mismo porcentaje que en la encuesta anterior, que no augura cambios, y un 20,7 % que prevé un empeoramiento.
Es más optimista el encuestado cuando habla de su situación económica personal: el 37,4 % la califica de buena o muy buena, aunque todavía casi la mitad la ve regular (el 46,8 %) y hay un 15,5 % que la considera mala o muy mala.
No esperan cambios en su situación económica personal la gran mayoría de los encuestados, el 62,4 %, frente a un 19,5 % que esperan que mejore en un año y un 7,7 % que creen que será peor.