A su llegada a la reunión en la capital maltesa, De Guindos indicó que España abogará ante sus socios por la creación de una compañía de gestión de activos -comúnmente conocidas como "bancos malos"- para dar salida en el mercado a los préstamos fallidos que acumulan las entidades europeas, un modelo que España ha puesto en práctica para los activos inmobiliarios con la Sareb.
"El banco malo es una solución porque de alguna forma elimina de raíz el problema de los préstamos fallidos, porque los saca del balance, algo que genera una serie de dificultades desde el punto de vista de la gestión", dijo el titular de Economía.
De Guindos añadió que España subrayará además que es "muy importarte" valorar adecuadamente estos activos y que las provisiones para cubrirlos "estén en el nivel correcto", así que exista en la UE "un sistema judicial que funcione rápidamente para poder ejecutar los préstamos".
El ministro destacó que, independientemente de que el problema se aborde a través de un banco malo, provisiones o inyecciones de capital, es importante que se haga cumpliendo la directiva de resolución de la banca adoptada por la UE tras la crisis.
Estas normas prevén que en caso de que las entidades bancarias tengan que ponerse bajo resolución, los accionistas y propietarios deberán asumir pérdidas de forma que el rescate público y, en consecuencia, el coste para el contribuyente sea el mínimo.
Por otra parte, el ministro defendió que es muy importante realizar un "esfuerzo de consolidación" y de reestructuración de la banca desde el punto de vista de capacidad, tal y como ha hecho España.
"Prácticamente un tercio de la capacidad del sistema bancario, fundamentalmente sucursales, se han reducido en los últimos años" en España, subrayó De Guindos.
Los titulares económicos de la UE discutirán hoy por primera vez las medidas que pueden adoptarse a nivel comunitario y nacional para acelerar la reducción de la carga de préstamos fallidos de los bancos europeos.
Estos créditos improductivos, cuyo valor asciende a casi un billón de euros, representan de media el 5,4 % de toda la cartera crediticia europea y preocupa especialmente la alta proporción en Italia (16,4 %). En España representan el 5,9 %.
Entre las opciones sobre la mesa destaca la creación de un "banco malo" que podría absorber hasta 250.000 millones de euros en créditos deteriorados y sustentarse en parte con fondos públicos.
La opción fue planteada por la Autoridad Bancaria Europea (EBA), que al presentarla puso como ejemplo de las bondades de este tipo de estructuras la Sareb española creada para dar salida a los activos inmobiliarios tóxicos, pero no goza de la simpatía de todas las capitales.