Jairo Mejía
El IPC se vio lastrado por la caída de los precios de la gasolina del 6,2 %, así como las más moderadas de los precios de coches usados (0,9 %), ropa (0,7 %) y coches nuevos (0,3 %).
El dato de inflación de marzo experimentó una subida de un 2,4 % en tasa interanual, según datos publicados hoy por el Gobierno estadounidense, por debajo del 2,7 % de febrero y el nivel más bajo desde diciembre, cuando el indicador comenzó a situarse por encima del 2 %.
La inflación subyacente, que excluye los precios de la energía y alimentos por su volatilidad, se situó en el -0,1 % frente al mes precedente, mientras que comparado con marzo del año pasado la subida fue del 2 %, el nivel más bajo desde 2015.
En los doce meses hasta marzo los precios de la vivienda han acumulado un aumento del 3,5 % y los de la gasolina cerca de un 20 % de subida, pero esas subidas se han atemperado en los últimos meses lo que ha influido en la evolución de los precios.
Los precios vehículos nuevos solo han experimentado una subida interanual del 0,2 %, debido a que los niveles de ventas récord tras la recesión de 2009 se han moderado.
Los precios de servicios de telecomunicaciones, los alimentos o los alquileres también están mostrando una tendencia a la baja, en parte debido a una moderación del consumo tras la época vacacional.
Por su parte, los salarios ajustados a la inflación aumentaron en marzo un 0,5 %, con un aumento del 0,3 % con respecto al mismo mes del año anterior.
La caída de los precios en marzo es mayor a la esperada y podría indicar una tendencia, pese a que la Reserva Federal se fija en otro indicador basado en el consumo para determinar su política monetaria: el Índice de Consumo Personal.
No obstante, el IPC subyacente es utilizado por los rectores de la política monetaria estadounidense del Comité de Mercado Abierto para conocer las tendencias en los precios.
El gasto de los consumidores, que representa dos tercios del producto interior bruto (PIB), se redujo en febrero levemente, mientras que indicador de inflación utilizado por la Reserva Federal se mantiene ligeramente por encima del 2 %, el objetivo marcado por el banco central estadounidense.
En marzo, la Reserva Federal volvió a subir los tipos de interés un cuarto de punto y los situó entre el 0,75 y 1 %, al tiempo que mantuvo su previsión de anunciar dos alzas más durante 2017, sacando así a Estados Unidos de su política extremadamente expansiva que motivó la crisis de finales de 2008 y 2009.
No obstante, el consumo sigue siendo moderado y el Departamento de Comercio anunció hoy que las ventas minoristas cayeron en marzo un 0,2 %, mientras que actualizó a la baja el dato de febrero colocándolo en negativo.
Esos dos meses consecutivos de caída de las ventas no se experimentaban desde 2015 y son un síntoma de que los datos de PIB del primer trimestre podría ser más débil que el 2,1 % de crecimiento en tasa anualizada del último trimestre de 2016.
El desempleo se situó en marzo en el 4,5 %, pese a lo cual los salarios siguen estancados y el consumo y la confianza de los empresarios sigue siendo moderados, pese a la llegada en enero de la administración del presidente Donald Trump, que prometió un estimulo en infraestructuras, recorte de impuestos y políticas para incentivar a la clase media que no tienen miras de verse realizadas en el corto plazo. EFECOM
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