Bravo ha presentado hoy las propuestas que CCOO llevará a la próxima mesa de pensiones de Diálogo Social, entre las que propone la eliminación del límite de la base máxima de cotización, que llevaría de la mano también un aumento de la pensión máxima, pero no su destope, y con un decalaje temporal.

La propuesta de CCOO plantea un ejemplo con un escenario a cinco años, comenzando en 2016 con el destope del 20 % de los salarios más altos y terminando en 2020 con el 100 %, de forma que cada año se convertirían en cotizables unos 6.000 millones de euros de base exenta, lo que se traduce en 1.725 millones de euros de recaudación adicional anual.

CCOO hace esta proyección tras calcular que en la actualidad la cuantía de los salarios que queda exenta asciende a 30.479 millones de euros, que beneficia a 1,46 millones de cotizantes.

El perfil de estos cotizantes sería el de un hombre, español, afiliado al régimen general, del sector servicios, con empleo estable, estudios superiores y categoría profesional elevada.

Bravo ha asegurado que en la eliminación del tope de la base máxima de cotización, los trabajadores asumirían el 4,7 % de la parte del salario que comenzaría a cotizar, si bien se vería minorada entre el 37 % y el 45 %, por la reducción en la base imponible del IRPF.

En el caso de la empresa, su cotización por contingencias comunes está situada en el 23,6 % de la cuantía del salario que comenzaría a cotizar, si bien es un gasto deducible que minora la base imponible del Impuesto de Sociedades en un 25 %.

De esta forma, el Estado asumiría, mediante las deducciones y reducciones fiscales, la mayor parte de lo que empresa y trabajador cotizarían de más.

Bravo ha añadido asimismo que la eliminación de la base máxima redundaría sobre los trabajadores y sobre la Seguridad Social, mejorando sus ingresos, y sobre el Estado, que reduciría su déficit y liberaría recursos para otras partidas.

Según los datos de CCOO, el incremento del 5 % de las bases máximas que se realizó en 2013 y 2014 propició una mejora de los ingresos acumulados de la Seguridad Social de 5.300 millones de euros, todo ello, sin pérdida de empleo, puesto que el perfil del trabajador y el de sus empresas forman parte del segmento más estable y productivo.

Bravo ha asegurado que el actual sistema es contributivo y ello exige que un alza de las cotizaciones tenga un efecto en las pensiones, pero ha matizado que hay que tener en cuenta que, según diversos estudios, las rentas mas altas van a cobrar la pensión mas años puesto que la esperanza de vida de estos perfiles es mayor.

"Con la propuesta planteada mantendríamos el criterio de contributividad, pero también el de solidaridad, aumentando el diferencial entre base máxima de cotización y pensión máxima", ha señalado Bravo, quien propone también un decalaje temporal en la puesta en marcha del alza de la pensión máxima.

"Ambas variantes deben dar como resultado un efecto positivo neto en los ingresos de la Seguridad Social", ha dejado claro Bravo, quien también plantea otras fuentes de financiación para la Seguridad Social, como una mejora de las cotizaciones de los autónomos, para que confluyan hacia el régimen general.

Bravo ha lamentado las escasas convocatorias de la mesa de pensiones de Diálogo Social, que a su juicio debería discurrir en paralelo con la Comisión Parlamentaria del Pacto de Toledo, con el objetivo de poder remitirles las recomendaciones que en ella se apruebe.