Los inversores optaron por la cautela en una sesión sin grandes sorpresas en el plano económico en el que las incertidumbres políticas volvieron a servir de freno. La mayoría de los índices europeos corregieron sus avances iniciales y cerraron la sesión casi planos, pese a la apertura en positivo de Wall Street. El Ibex 35 también se desinfló y acabó salvando la jornada con un tímido avance del 0,02%, hasta los 10.362 puntos.
Link Securities reconocen que es difícil determinar si el rebote vivido en la víspera -con el que el Ibex puso fin a una racha bajista de cinco sesiones- fue puramente técnico o una remontada sostenible. "Todo va a depender en el corto plazo de los resultados empresariales que se vayan publicando tanto en Wall Street como en las bolsas europeas en las próximas semanas y, sobre todo, del resultado de la primera ronda de las elecciones presidenciales francesas del próximo domingo".
Los comicios en Francia son precisamente el principal freno para las plazas europeas, ya que su resultado aún es una incógnita dado el elevado número de indecisos, el empate técnico entre los cuatro candidatos y el hecho de que todo apunta a que la abstención será elevada. El mercado considera improbable un triunfo de la candidata ultraderechista Marine Le Pen, pero aún tiene presentes los resultados del referendum en Reino Unido y de las elecciones en EEUU. Por ello, los expertos de Bankinter esperan que "el mercado se mantenga en un impasse, al menos, hasta que se despeje la incertidumbre sobre el desenlace electoral en Francia".
En el plano económico, los inversores no contaron con grandes sorpresas. El libro Beige, publicado en la víspera, reforzó la tesis de que la Fed pospondrá una posible subida de tipos al menos hasta junio. El dato de abril de confianza de los consumidores en la eurozona creció 1,4 puntos, mientras que el índice de actividad de la Fed de Filadelfia bajó algo más de lo esperado.
Atresmedia inauguró la temporada de presentación de resultados del primer trimestre en España, con un crecimiento de su beneficio del 4,5%, en línea con las previsiones. Mientras que en EEUU se publicó una avalancha de cuentas empresariales, con tono mixto.
Los principales índices europeos cerraron la sesión prácticamente planos, con la excepción del EuroStoxx 50, que subió un 0,6%; y del CAC 40 francés, que se disparó un 1,5%. El Ibex 35 corrigió sus avances iniciales y acabó cerrando la jornada prácticamente plano, con un tímido avance del 0,02%, hasta los 10.372 puntos.
El farolillo rojo de la jornada fue Indra (-2,24%), penalizado por la noticia de que la Guardia Civil estaba registrando su sede. En el mercado continuo, OHL se derrumbó un 8,94% por el mismo motivo.
Las empresas de perfil defensivo como las eléctricas, las gasistas, Aena o Inditex también cerraron la sesión con pérdidas. Por su parte, Popular (-0,15%) se descolgó del avance de la banca, pese a haber llegado a dispararse más de un 3% ante las noticias de que la entidad estaría negociando la venta de activos inmobiliarios por valor de 500 millones de euros. El banco interrumpió así su rally alcista del 12% en las dos últimas sesiones.
Acerinox (-0,16%) tampoco logró salvar la jornada, después de que Goldman Sachs retirase su recomendación de compra. Por el contrario, ArcelorMittal registró las mayores subidas, tras dispararse un 2,13%.
Entre los mejores valores del día también destacaron Bankia (1,45%), que encabezó los avances del sector bancario; y Cellnex (1,38%), que contó con el respaldo de Deutsche Bank. Por su parte, Abertis (+0,35%) volvió a centrar las miradas del mercado, ante los rumores de que el grupo chino HNA podría entrar en una guerra de opas con la italiana Atlantia para hacerse con la concesionaria española.
Los inversores recogieron beneficios en activos tradicionalmente defensivos como el dólar o los bonos. Así, al cierre de las bolsas europeas el euro subía un 0,5%, hasta la zona de los 1,08 dólares; mientas que la libra avanzaba un 0,34%, hasta los 1,28 dólares. Por su parte, la prima de riesgo española subió hasta los 147 puntos básicos, con la rentabilidad del bono español a 10 años por encima del 1,7%.