Los españoles están viviendo casi en primera persona las elecciones presidenciales de su país vecino: la France. Porque, más allá de las rivalidades (comenzaron a finales del siglo XV, en tiempos de los Reyes Católicos, y continúan hoy con el conflicto de los agricultores en las fronteras) las relaciones entre ambos territorios contiguos son muy estrechas e incluso necesarias.
Porque Francia es para España: su primer socio comercial, el segundo país de destino de los residentes españoles en el exterior, y el primer país de acogida de las inversiones españolas creadoras de empleo en Europa. En números, esas relaciones suponen que España les vende del orden de 38.500 millones de euros, lo que convierte a Francia como su principal cliente. Ha invertido 10.000 millones, se han instalado 400 empresas y 1.200 proyectos empresariales han creado 40.000 puestos de trabajo.
Esos vínculos comerciales y sentimentales están en juego en estas elecciones, a raiz de las agresivas propuestas de la candidata de extrema derecha Marine Le Pen. La líder del Frente Nacional (FN), con serias aspiraciones de obtener buenos resultados electorales, pretende restaurar las fronteras nacionales y salir del espacio Schengen. Amén de un sinfín de temeridades: adiós a la Unión Europea y al euro, proteccionismo económico, ruptura de los acuerdos comerciales internacionales.
En definitiva, una desestabilización de los pilares que soportan al Viejo Continente, y un duro mazazo para sus mercados: subidas de las primas de riesgo en los periféricos, desplomes de las plazas europeas, con especial incidencia en los bancos, y depreciación del euro. Abertis, CaixaBank, Inditex y Arcelor sufrirían también esas consecuencias.
El cierre de fronteras es, sin duda, el peor escenario para España, a la vista de esas fuertes relaciones comerciales y del grueso de población española allí viviendo.
En Francia, viven 232.693 españoles, el segundo país de destino después de Argentina, el doble que los que residen en Reino Unido. Según el perfil que realiza de ellos el Ministerio de Empleo, son en términos generales de avanzada edad, y en su mayoría pertenecen a las distintas oleadas de emigración que tuvieron lugar en España a mediados del siglo XX y, que eligieron a Francia como país destino. Este hecho histórico ha determinado que la mayor parte de esa población sea, hoy en día, pensionista de jubilación, cuya aspiración continua siendo la vuelta a su país de origen.
Según el ¿Informe sobre la internacionalización de la economía francesa ¿ Balance 2016 de las inversiones extranjeras en Francia¿, facilitado por la Embajada francesa en España, Francia es el primer país de acogida de las inversiones españolas creadoras de empleo en Europa.
Los datos, reflejados en la siguiente infografía, indican que más de 1.200 empresas han saltado los Pirineos para crear 40.000 puestos de trabajo. Solo en 2016, se llevaron a cabo 45 proyectos que generaron 750 empleos en el país vecino.
Inversión española en FranciaLa inversión española en Francia es importante y creciente. En la actualidad, hay más de 400 empresas españolas establecidas en Francia que acumulan un stock de inversión equivalente a más de 10.000 millones, representando un 2,3% del total. En 2016, Francia ocupó el undécimo puesto como país destinatario de nuestra inversión, según el ICEX.
Especial mención merece la implantación de empresas de componentes de automóvil, así como compañías con fuerte implantación en los sectores de moda y confección, agro-alimentario, materiales de construcción, empresas energéticas, constructoras, y de papelería.
Por su parte, Francia es el cuarto mayor inversor en España en términos de stock tras Estados Unidos, Italia y el Reino Unido. Hoy, más de 1.300 empresas francesas operan en España con un stock de inversión equivalente a 37.000 millones. Los sectores financiero, industrial, de distribución y de automoción son los mayores receptores de inversión francesa.
Durante el año 2016, las empresas francesas invirtieron en España 1.886 millones, ocupando el cuarto puesto en el ranking de los países inversores en España. El stock de inversiones a 1 de enero de 2015 supera los 37.000 millones, representando un 11,2% del total. Francia ocupa el cuarto lugar en el ranking de los países inversores en España, detrás de Estados Unidos, Italia y Reino Unido.
Las empresas francesas en España siguen siendo protagonistas de una parte significativa del comercio bilateral en ambos sentidos. Se estima que en la actualidad más de 775 matrices francesas desarrollan su actividad en España, dando empleo directo a unas 316.000 personas, sobre todo en distribución, industria, sector financiero y automoción.
Francia continúa siendo el primer cliente de España en el mundo: las exportaciones españolas a Francia suponen un 15,1% del total. Como proveedor, Francia ocupa el segundo lugar, tras Alemania. Las ventas de Francia a España representan el 11,1% de las importaciones españolas.
En 2016, las exportaciones españolas a Francia alcanzaron los 38.500 millones, con un ligero descenso (-0,4%) respecto a 2015. Nuestras importaciones aumentaron en un 1,%, hasta los 30.400 millones. El excedente a favor de España es de 8.100 millones.
Los últimos datos disponibles correspondientes a enero de 2017 indican que los flujos de intercambio se han recuperado fuertemente ya que las exportaciones españolas a Francia crecen un 16,6% respecto a enero de 2015 alcanzando 3.400 millones. Las importaciones españolas de Francia también crecen de forma importante (+9,5%) y son de 2.600 millones.
Se asiste por tanto en los últimos ejercicios a un incremento importante del comercio bilateral con Francia, caracterizado por un comportamiento exportador muy dinámico por parte de España.
En la distribución sectorial del comercio bilateral, se observa una gran concentración en determinados capítulos y una coincidencia en los sectores de exportación y de importación.
El sector de la automoción absorbe un 21% de nuestras exportaciones y 30% de las importaciones. Su evolución depende de la demanda de vehículos y partes, así como de las políticas de fabricación de las multinacionales implantadas en ambos países.
La segunda rúbrica de la exportación española está constituida por la maquinaria, tanto mecánica como eléctrica, con una cuota de más del 11,1%, cuya evolución depende del nivel de inversión y de actividad de la industria francesa. Siguen por orden de importancia las frutas y hortalizas que representan un 7,4%, los combustibles con un 5,1% y las materias plásticas, con un 4,3%, del total.
En lo que se refiere a las importaciones, después de los vehículos automóviles figuran de nuevo las máquinas, tanto mecánicas como eléctricas, con un una cuota de casi el 12,1%. Con algo más del 5% figuran en tercer lugar la fundición, y en el cuarto las materias plásticas con algo más de 4%. Los aceites esenciales y productos de perfumería se sitúan en el quinto lugar con un 3,4%.
Las frutas y hortalizas españolas, tradicionalmente comercializadas en Francia, han incrementado en 2016 su ya importante cuota en el mercado francés.
Las empresas exportadoras continúan mejorando sus perspectivas de aumento de las carteras de pedidos en el primer trimestre del año. Así lo refleja el Indicador Sintético de Actividad Exportadora (ISAE), que aumentó 5,1 puntos sobre el trimestre anterior hasta situarse en +26,2 puntos, su valor más alto desde 2007.
Saldo comercial (enero 2017)
En los mercadosBancos de inversión y casas de análisis también hacen cábalas sobre los distintos escenarios en función del triunfo de alguno de estos tres candidatos Marine Le Pen, Emmanuel Macron y François Fillon.
NATIXISEscenario con Fillon o Macron
Cualquiera de estos dos escenarios contribuye a un mayor grado de optimismo para los mercados. Un contexto político con Macron o Fillon disipa una posible salida de la zona euro, y genera confianza a la hora de realizar reformas.
Se espera una reducción del rendimiento de los bonos francés y alemán a diez años de unos 40 ó 50 puntos básicos. En cuanto a los periféricos, destacan que la prima de riesgo italiana (que supera los 200 puntos básicos) podría acercarse a la española (135 puntos básicos) temporalmente.
La renta variable de la eurozona saldría favorecida, especialmente las bolsas de Francia, España e Italia. Con este escenario político el euro debería apreciarse lentamente hasta los 1,10 dólares.
Escenario con Le Pen
Natixis alerta sobre las grandes incertidumbres y preocupaciones que suscitaría una victoria de la aspirante ultraderechista, a la vista de una posible desvinculación de Francia con la zona euro.
La prima de riesgo francesa se dispararía hasta los 200-250 puntos básicos, cifra más alta incluso que la de Italia en estos momentos. En caso de una ruptura con la eurozona, el diferencial se elevaría hasta los 500 puntos básicos.
Los rendimientos de los bonos de España e Italia se elevaría de forma inevitable, ante una una ruptura de la zona euro, en un escenario similar al que se vivió en 2011, cuando la prima de riesgo de ambos países pasó de estar a 175 puntos básicos a 470 en España, mientras que en Italia repuntó de los 122 puntos básicos a los 552.
Las bolsas sufrirían también ese resultado electoral con caídas del 10% y 15% en el EuroStoxx en la semana siguiente a las elecciones presidenciales, con ventas masivas de acciones bancarias. Si el Frente Nacional gana por mayoría en la Asamblea Nacional, lleva a cabo un referéndum y se inicia el frexit, el descalabro en los índices bursátiles de la eurozona rondaría el 25% y el 30%, y del 30% al 40% para el CAC 40.
El euro se depreciaría entre un 5% y 10% frente al dólar, e incluso llegaría hasta al 20% si se iniciara el frexit.
XTBMuchas empresas españolas del Ibex 35 observarán con interés lo que suceda este domingo en Francia. Abertis es la compañía más expuesta con un tercio de su cuenta de resultados proveniente del país vecino. Indirectamente Caixabank, con una participación superior al 20% en Abertis se vería también afectada en el supuesto de que el resultado en los comicios fuese negativo para el mercado. Otros valores como Inditex o ArcelorMittal también cuentan con importantes intereses en el país vecino con algo menos del 10% de sus ventas localizadas en ese territorio.
Por fortuna para el Ibex 35 el sector con mayor peso en el selectivo, el bancario, no cuenta salvo con participaciones directas de interés en Francia. Pese a ello tanto Le Pen como Melenchon han sido realmente críticos con la labor del BCE durante estos últimos años por lo que no es de extrañar que si alguno de los dos pasa a segunda vuelta con opciones reales de ganar todo el sector financiero europeo vuelva a estar en el foco de los inversores.
UBSUn informe de UBS da un 40% de posibilidades a Le Pen de convertirse en presidente. La probabilidad de un frexit es mucho menor, entre un 10% y 20%. Aún así, una victoria de Le Pen probablemente afectaría a los mercados, por tanto "nuestra recomendación es neutral sobre las acciones francesas".
"Nos gustan las acciones francesas", continúan, "pero es poco probable que superen a corto plazo tanta incertidumbre política". En cuanto a los mercados de divisas, si Le Pen o Mélenchon ganan, es probable que las primas europeas de riesgo de activos aumenten y el rebote del euro se frenará.
Sin embargo, bajo Macron o Fillon, ¿esperamos una rápida disminución del diferencial de rentabilidad entre Francia y Alemania y un fuerte repunte en el euro". El franco suizo es el obvio ganador cuando la política francesa se vuelve extrema.