Cuarenta años después de su legalización, los sindicatos vuelven a salir el Día del Trabajo a la calle para exigir a la patronal un pacto salarial y al Gobierno la derogación de las reformas laborales, que permitan tener salarios y empleos dignos.
Acompañados por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y el de Izquierda Unida, Alberto Garzón, los sindicatos han iniciado su marcha en la Plaza de Neptuno, que terminará en la Puerta del Sol, haciendo públicas duras críticas a los casos de corrupción mientras los trabajadores no terminan de ver la recuperación.
Bajo el lema "No hay excusas. A la calle", UGT y CCOO, han convocado 73 manifestaciones en todas las capitales de provincia y ciudades españolas más importantes para reivindicar empleo estable, salarios justos, pensiones dignas y más protección social.