En su último Informe de Estabilidad Financiera, el supervisor concreta que el "brexit" puede tener "efectos potencialmente negativos para la economía española", al tiempo que también alude a procesos electorales, haciendo alusión al que tendrá lugar la próxima semana en Francia.
No obstante, el Banco de España considera que los avances logrados en la corrección de los desequilibrios acumulados durante la fase expansiva previa a la crisis han permitido volver a ritmos de crecimiento "significativos" y han favorecido la moderación del grado de vulnerabilidad de nuestra economía.
El supervisor confirma su última previsión de crecimiento económico para 2017 en el 2,8 %, tasa que se moderará en 2018 y 2019, hasta el 2,3 % y 2,1 %, respectivamente; al tiempo que fija la tasa de inflación para este año en el 2,2 %.
Por otro lado, indica que la formación de un nuevo Gobierno a finales del año pasado y las primeras medidas de ajuste introducidas desde entonces, han permitido cumplir con el objetivo de déficit público acordado con el Consejo Europeo para 2016.
Sin embargo, considera que el endeudamiento público "es todavía muy elevado", situándose todavía en cotas cercanas al 100 %, "y representa una fuente de vulnerabilidad frente a una evolución económica adversa o a incrementos en el coste de financiación", aunque éste último se ve mitigado por la duración media de la deuda viva.
Todo ello, el Banco de España aconseja retomar los esfuerzos de consolidación fiscal, tras dos ejercicios -2015 y 2016- en los que la política presupuestaria ha mostrado un tono ligeramente expansivo.