Por Michael Nienaber
España también informó de una desaceleración de la inflación. Juntos, ambos datos sugieren que la inflación de la zona euro en mayo, que será divulgada el miércoles, caerá a al menos el 1,5 por ciento pronosticado en un sondeo de Reuters desde el 1,9 por ciento del mes previo.
Para Alemania, las cifras sorpresivamente débiles sugieren que las presiones sobre los precios permanecen relativamente modestas, pese a una mejoría continua, un floreciente mercado laboral y a la política monetaria expansiva del BCE.
Con el crecimiento de la zona euro en su mejor racha desde el inicio de la crisis en el bloque hace una década, la presión de Alemania y de otros países sobre el BCE ha aumentado para que empiece a planificar una salida de su agresiva política de compras de bonos y tipos menores de cero.
Sin embargo, el presidente del BCE, Mario Draghi, dijo el lunes que el crecimiento de la zona euro podría estar mejorando, pero que la inflación continúa contenida y aún requiere de un estímulo sustancial, moderando las expectativas para la reunión de política monetaria del 8 de junio.
Los movimientos de la inflación en la zona euro siguen de cerca a los de Alemania, su mayor contribuyente.
Los precios al consumidor en Alemania, armonizados para compararlos con los de otros países europeos (HICP), subieron un 1,4 por ciento interanual en mayo después de que la inflación se aceleró a un 2,0 por ciento en el mes previo, dijo la Oficina Federal de Estadísticas.
La lectura fue la menor desde noviembre y estuvo por debajo del 1,6 por ciento arrojado por el consenso de los pronósticos de analistas consultados en un sondeo de Reuters.
Ese dato fue publicado tras las cifras de España, que mostraron que los precios al consumidor subieron un 2,0 por ciento interanual, su tasa más lenta desde diciembre.