Los volúmenes de negociación dan cuenta de la estampida inversora que se produce este jueves en Liberbank, con más de 10 millones de acciones negociadas al ecuador de la sesión frente a una media anual para una jornada completa del entorno del millón de títulos. En los cruces más bajistas de la sesión, las acciones del banco se han llegado a vender por 0,83 euros, con lo que ha quedado perforada con fuerza la cota del euro por acción que la entidad había logrado mantener a lo largo de los tres últimos meses, desde mediados del pasado marzo.
Los analistas consultados por Invertia consideran que las principales semejanzas entre Liberbank y Popular, entidad en la que se ha ensayado por primera vez en Europa el rescate con cargo a los accionistas y tenedores de ciertas emisiones de deuda, son la elevada morosidad y la baja cobertura en relación a fondos propios. Tal y como ayer adelantó este portal, ante la calma generalizada de los mercados, las emisiones de deuda subordinada de Liberbank llegaron a digerir caídas superiores al 5%.
Desde Fidentiis destacan que el mercado ve ¿con buenos ojos¿ la operación al eliminar ¿la incertidumbre de los últimos meses¿ en torno al Popular. Sin embargo, adelantaban la posibilidad de que a corto plazo se produjese ¿un rebalanceo de precios en función de la calidad del emisor¿ en los títulos de deuda susceptibles de asumir el coste del rescate en virtud de la normativa europea vigente. Así, la gestora explica que ¿los emisores con un perfil crediticio más débil posiblemente tengan que pagar mayores rentabilidades¿ en estos papeles.
Esta opinión es compartida por Fabio Riccelli, gestor de Fidelity, que señala que si bien ¿la rápida acción del BCE ha reducido mucho el riesgo de que el temor se extienda a otros bancos¿, esta misma agilidad también ¿puede generar preocupación por los actores más débiles de la periferia europea¿. En este sentido, el experto subraya que hasta la fecha ¿muchos se han tomado su tiempo en reconocer pérdidas y reconstruir capital¿ mientras que el Banco Central Europeo (BCE) se ha mostrado ¿de forma más agresiva durante el último año¿ en este sentido.
Desde Credit Suisse, según ha señalado en un informe reciente, se anticipa que serán las entidades españolas e italianas de peor calificación crediticia las que más dificultades tendrán en lo sucesivo para colocar títulos de estas características. A saber, emisiones de deuda subordinada y bonos contingentes convertibles, más conocidos por las siglas CoCos. Algo que contrasta con el hecho de que la última y reciente emisión de CaixaBank cosechase una demanda por tres veces el importe que finalmente adjudicó.