Pese a la mejora de cuatro décimas respecto a su anterior previsión de mayo, Funcas prevé un incumplimiento del déficit, al estimar que se reducirá en 2017 hasta un 3,2 por ciento del Producto Interior Bruto, una décima por encima del objetivo.
La previsión oficial del Gobierno es de un crecimiento económico para este año del 2,7 por ciento, pero el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha dicho reiteradamente que el PIB podría crecer a una tasa cercana a la de los dos últimos años, en torno al 3,2 por ciento.
El informe de Funcas señala que la aportación de las exportaciones de bienes y servicios no turísticos a la economía alcanzaría los 0,7 puntos, dos décimas más que en el anterior, y que la creación de empleo reforzaría el consumo privado más de lo previsto, hasta el 2,5 por ciento del PIB.
En materia laboral, Funcas prevé que el empleo aumente un 2,9 por ciento y que la tasa de paro decrezca hasta una media anual del 17 por ciento.
Respecto a la inflación, el informe pronostica que se situará en el 2,1 por ciento por la subida del precio del petróleo, y que parte de ese repunte se sentirá en los salarios, para los que pronostica un aumento del 1,4 por ciento.
Pese a la consolidación del crecimiento, el informe apunta a que la deuda pública seguirá siendo un elemento de vulnerabilidad - prevé que para 2018 se sitúe en el 96,1 por ciento del PIB - y que la reactivación de la inversión en vivienda frenará el proceso de desendeudamiento de los hogares en los próximos años.
"La situación exige más esfuerzos en la corrección de los desequilibrios en las cuentas públicas, una vigilancia estrecha de los procesos de sobreendeudamiento de los hogares, sobre todo aquellos que consiguen préstamos hipotecarios a tipos variables, y más audacia en la reducción del paro de larga duración", dijo Funcas.