Durante el ejercicio, el volumen de energía negociada a través de los programas de intercambio con otros países se situó en 33.032 GWh, un 41,7% superior al del 2015. Las exportaciones aumentaron un 8,2%, hasta 12.686 GWh, mientras que el incremento de importaciones fue del 75%, hasta 20.346 GWh.

El informe del gestor de la red eléctrica también muestra que la demanda de electricidad mantuvo en 2016 su tendencia de crecimiento por segundo año consecutivo, al incrementarse un 0,7% con respecto a 2015, hasta 265.009 GWh.

Por regiones, la demanda de energía eléctrica experimentó un crecimiento generalizado en todas las comunidades autónomas, salvo en Cataluña, País Vasco, Cantabria y Melilla.

El máximo de potencia instantánea peninsular de este año se registró, por primera vez, en el periodo de verano, concretamente el 6 de septiembre a las 13.32 horas, momento en el que la demanda alcanzó los 40.489 MW, apenas un 0,6% inferior al máximo del año anterior registrado en febrero, pero aún alejado del histórico de 45.450 MW del 2007.

En cuanto al consumo de las grandes empresas, cuya evolución REE analiza a través del Índice de Red Eléctrica (IRE), se produjo una disminución en 2016 del 0,8% con respecto a 2015, una vez tenidos en cuenta los efectos de la composición del calendario y la evolución de las temperaturas.

Por sectores, el IRE industrial, que representa alrededor del 30% de la demanda, registró un descenso del 0,9%, mientras que el sector servicios, que supone cerca del 13%, disminuyó un 1,1%, una vez corregidos los efectos de la laboralidad y las temperaturas.

PRODUCCIÓN RENOVABLE.

La producción renovable mantuvo un papel destacado en el 'mix' de generación del sistema eléctrico peninsular, ya que alcanzó el 40,8% del total, una participación superior a la que obtuviera en el 2015, en el que alcanzó el 36,9%.

Este dato ha sido posible, principalmente, por el crecimiento del 25,5% de la producción hidráulica y por el descenso de la generación con carbón, cuya producción fue un 30,9% inferior a la del 2015, indica REE.

Este aumento de la participación renovable en el mix de generación peninsular se ha traducido en un descenso en las emisiones de CO2 a nivel nacional derivadas de la generación eléctrica hasta alcanzar el nivel más bajo en los últimos diez años.

Concretamente, el nivel de emisiones derivadas de la producción eléctrica se situó en 63,5 millones de toneladas, valor un 18,3% inferior al registro del 2015, y un 43,1% menor que el del 2007.

La nuclear, con un 22,9% de la producción, ha sido la primera tecnología de generación peninsular en este 2016, seguida de la eólica (19,3%) la hidráulica (14,6%) y el carbón (14,4%), mientras que el restante 28,8% de la generación se repartió entre los ciclos combinados (10,5%), la cogeneración (10,4%), la solar (5,2%) y otras (residuos y otras renovables, 2,7%), con valores similares a los del año anterior.

POTENCIA INSTALADA.

A 31 de diciembre del 2016, el sistema eléctrico español sumaba una potencia instalada de 105.279 MW, un 0,8% inferior a la del 2015. Este descenso se corresponde casi en su totalidad con la baja en el mercado de producción de cinco instalaciones de carbón que suman conjuntamente 932,2 MW, lo que supone respecto al año anterior un descenso del 8,5% de la potencia instalada con carbón.

Durante el año 2016 se pusieron en servicio 674 kilómetros de nuevas líneas eléctricas, con lo que la red nacional alcanza al finalizar el año un total de 43.800 kilómetros y 5.609 posiciones. Por su parte, la capacidad de transformación asciende a 85.144 MVA.

El índice de disponibilidad de la red de transporte en la Península alcanzó el 98,33%, y en Baleares y en Canarias, la tasa fue del 96,93% y del 98,07% respectivamente.