Y eso que estábamos avisados con la reciente crisis de las cajas de ahorros y sus graves consecuencias para el bolsillo de todos los españoles. O sea, no ha pillado lo del Popular a nadie de pardillo. Esto hace más grandes aún los errores de este caso.
Apoyados en la novedad en la aplicación de la resolución por parte del BCE ¿la vendieron con entusiasmo de probador de coches- y con la consigna de que aquello era un problema de liquidez y no de solvencia creían tenerlo todo arreglado. Pero no. Las actuaciones de los supervisores sobre Banco Popular apuntan a un turbio potaje que se resolvía de la noche a la mañana con la intervención del Popular simultaneada con la venta por un euro al banco cántabro, basado en informes de agujeros calculados en milisegundos.
Una valoración rápida de la entidad presidida por Emilio Saracho que contrastaba con los mensajes de tranquilidad que los ministros de Economía y Portavoz habían manifestado hacía pocos días antes. De ahí, la sorpresa de esta decisión en nuestra página de INVERTIA (POPULAR: ¿VALE UN BANCO SOLVENTE UN EURO? día 7 de junio).
Esto del agujero se combina con la falta de liquidez del banco que no podía atender en las ventanillas a sus clientes. Una imposibilidad de atender los pagos completamente lógica. Si un banco con pérdidas que reformula cuentas y que la Bolsa castiga en tres días con recortes del 50% de su ya famélico precio no ve salidas masivas de depósitos, es que estamos en otro mundo.
Los inspectores del Banco de España lo explican muy bien y recogen las mismas inquietudes que INVERTIA formulábamos durante los días de caída (QUE ALGUIEN TIRE LA TOALLA POR EL POPULAR del día 1 de junio). Como dice el teletipo que recoge sus afirmaciones, si se adoptan las medidas adecuadas "resulta difícil de aceptar que hoy en día cualquier entidad financiera, por grande que sea, pueda verse abocada a la quiebra por un problema estrictamente de liquidez". Y añade: Esto es "un indicio sólido" de que los garantes de la estabilidad financiera no han procedido de la manera más adecuada.
Los inspectores hablan de garantes de la estabilidad financiera por no citar al ministerio de Economía, al Banco de España o al BCE y, por supuesto a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Nada hicieron para impedir que se llegase a su situación, pese a que existen números instrumentos tanto en el proceso de resolución (EL BCE DESCARTÓ LAS OTRAS OPCIONES PARA SALVAR POPULAR Y PREFIRIÓ LA RESOLUCIÓN 12 de junio) como con anterioridad. Ya hemos conocido medidas como la suspensión de los cortos en Liberbank que con un castigo bursátil continuado podría haber tenido los mismos problemas de liquidez que el Popular ante la alarma de sus clientes por su desplome bursátil.
Pero en esta inauguración de la nueva normativa europea de bancos, había hasta un cierto entusiasmo de los funcionarios. Justo se tenían que estrenar con el Popular, pese a los problemas de solvencia abiertos en entidades italianas que, además son de solvencia. Hasta el cronista de Reuters se planteaba si había arbitrariedad en esta demostración de fuerza desde un BCE supervisor. Y en INVERTIA también recogimos este absurdo entusiasmo del gremio funcionarial, mientras cientos de miles de personas perdían todo su ahorro (LOS FUNCIONARIOS DEL BCE SACAN EL SCALEXTRIC CON LA INTERVENCIÓN DEL POPULAR 8 de junio).