El consenso de muchas de las casas de inversión más reputadas a escala global en torno a la conveniencia de reservar parte de las carteras a bonos yanquis cotiza al alza. Desde Fidelity, el director de inversiones en renta fija califica esta posición como ¿una protección muy oportuna en estos momentos¿ después de otro mes de rentabilidades al alza pese a ¿la continua incertidumbre en torno al alcance y los plazos de la reforma fiscal en EEUU¿ y los débiles datos macro publicados más recientemente.
¿Ahora que la mayoría de los activos de riesgo cotizan en máximos de varios años, el margen de error es limitado y la duración estadounidense ofrece una protección muy bienvenida en este entorno¿, destaca Andrea Iannelli desde Fidelity. Sus colegas de Deutsche Bank recuerdan en un informe reciente que su previsión es que la Fed suba tipos en tres ocasiones este año, por lo que su visión sobre el bono a diez años se mantiene alcista porque ¿el nivel de inflación sigue bajo en comparación con las previsiones¿ que se venían estableciendo para estas fechas. El responsable de multiactivos de la gestora del grupo, Christian Hille, señala que a la espera de una "volatilidad en aumento" su opción preferente es "protegernos ante tiempos más turbulentos".
Los gestores de Goldman Sachs se marcan una premisa para su cartera modelo a un año: ¿menos riesgo discrecional, más diversidad¿. Con miras a los próximos meses de verano, si bien desde el banco estadounidense consideran que ¿el riesgo político se ha desvanecido¿, advierten también de que el riesgo de permanecer en unas Bolsas donde se espera que la volatilidad vaya en alza ofrecerá una ¿compensación limitada¿. Un escenario ante el que apuestan por eliminar cierto riesgo de exposición a renta variable y apostando por la implantación de tipos más elevados en EEUU con posiciones largas en banca local.
¿No esperamos que este entorno [actual] de baja volatilidad persista¿, concluyen los expertos de Goldman Sachs, que consideran que a tenor del actual cuadro macro global la opción más pertinente es ¿desarriesgarse¿. Aunque no aconsejan una ¿completa¿ retirada de posiciones de riesgo, sí que ven conveniente ¿moderar temporalmente la exposición a renta variable¿. Así se justifica que la renta variable europea se mantenga como el activo en el que siguen viendo mayor atractivo dentro de su cartera modelo.
LA BURBUJA ENGORDA EN LAS TECNOLÓGICAS
Todas estas llamadas a la cautela y a la búsqueda de refugio inversor llegan ante un creciente convencimiento de que en las Bolsas se avecina un brusco bamboleo de precios. La última edición publicada de la Encuesta de Gestores de Fondos de Bank of America-Merrill Lynch, el termómetro global del sentimiento inversor, marca que un 44% neto de los consultados considera que las acciones están sobrevaloradas, el porcentaje más alto en la historia de publicación de esta estadística que ya el mes pasado marcó record con un 37% neto.
Por si fuera poco, casi dos tercios de los gestores de carteras consultados en todo el mundo creen que las tecnológicas están caras y un 18% de los mismos directamente señala que está en condiciones de burbuja. Así, pues, un 38% de los expertos considera que las posiciones largas sobre el índice sectorial Nasdaq son hoy por hoy la estrategia de inversión más concurrida de todo el mercado, título que ya le fue adjudicado el mes pasado, cuando solo compartían esta opinión un 26% de los encuestados.
A la espera de lo que Janet Yellen y su equipo de gobierno en la Reserva Federal decidan en la reunión que vienen celebrando estos días, el giro de los gestores hacia posiciones más balanceadas es evidente. En mayo, un cuarto de los profesionales del sector consideraba que el dólar estaba sobrevalorado, mientras que ahora esta cifra ha descendido a un casi testimonial 7%, la tasa más baja desde la elección de Donald Trump como presidente de la mayor economía del mundo.