En una entrevista con Efe, el economista aboga por buenos sistemas de protección social pero no por proteccionismo y, en este sentido, no cree que la renta básica universal sea la solución, porque, asegura, "yo no creo que nadie quiera recibir solo un cheque con dinero sin hacer nada".
Asesor del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero cuando estalló la crisis económica, reconoce que la "sorpresa" no fue que ésta fuera tan "severa" para España, ya que "se esperaba" por sus desequilibrios previos y la burbuja inmobiliaria, sino que se viera agravada por las políticas de la eurozona, que considera que han sido especialmente "duras".
Stiglitz destaca que la recesión que ha sufrido la economía española ha sido más larga y más profunda de lo que era necesario, la elevada tasa de paro que aún existe en el mercado laboral y enfatiza que sería aún más alta si muchas personas no hubieran abandonado el país.
Por todo ello, concluye que "el hecho de que Europa piense que es un éxito es una prueba del fracaso de Europa" y relaciona directamente la magnitud de la crisis en España y su gestión con las políticas impuestas por los países de la zona euro.
"El euro ha contribuido a la creación de la crisis económica porque los mercados, irracionalmente, pensaron que, como no existían tipos de interés que diferenciaran a los países europeos, no había riesgo. El dinero fluyó hasta España y no había manera de parar ese flujo", explica el premio Nobel.
El conflicto se produce, según Stiglitz, cuando los costes que derivan de la irracionalidad de los mercados no son soportados solo por ellos, sino que también recaen sobre otros sectores sociales. "Los gobiernos deberían haber tomado el control de la situación para prevenir abusos, pero la ideología del euro lo impidió", añade.
Es por ello que el economista defiende que "España ha tenido que pagar un precio muy alto" por esta crisis, que supone una "década perdida" para España y Europa. Además, prevé que pasarán muchos años hasta que se vuelva a la normalidad.
Según Stiglitz, la crisis económica, tanto por sus consecuencias para distintos sectores sociales como la respuesta ofrecida por los gobiernos, explica el rechazo actual a la globalización, representado por políticos como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la líder del Frente Nacional francés, Marine Le Pen.
"Las élites dijeron que la globalización beneficiaria a todo el mundo, que desregular y liberalizar el mercado conduciría a un crecimiento más rápido y una economía más estable. Estaban claramente equivocadas. En Europa ha sucedido lo mismo. El euro era un proyecto que iba a traer prosperidad a todos los países y, claramente, ha fracasado", razona Stiglitz, que ha visitado recientemente Barcelona para dar una conferencia en el Palau Macaya de la Obra Social La Caixa.
Para el economista, lo "peligroso" es el "descrédito de las élites", fomentado por políticos como Trump y Le Pen cuando proclaman que "las élites no saben nada".
Stiglitz advierte de que esto "mina la fe y la confianza en las instituciones", órganos que considera que son "necesarios" para que una sociedad funcione.
Para el Nobel, una solución para esta situación consistiría en potenciar los sistemas de "protección social" en contra del proteccionismo que promueven Trump o Le Pen.
"Necesitamos sistemas de buena protección social. La economía global impone estrés sobre los individuos. Les tenemos que ayudar, pero el proteccionismo no es el camino", justifica Stiglitz.
Sin embargo, según el economista, este remedio no pasa por medidas como la renta básica, defendida por diversos movimientos sociales y académicos, ya que "no soluciona el problema" de la actual crisis y "la gente quiere trabajar", y aboga por que los gobiernos deben tener un "rol más activo".