El Ibex-35 cerró el viernes en negativo, dejándose un 0,74 por ciento en la última sesión en una semana en la que las caídas fueron las protagonistas al no encontrar el selectivo motivos para el impulso. En concreto, en la semana, el selectivo se dejó un 1,20 por ciento, su segunda semana consecutiva de caídas.
La banca actuó de nuevo de lastre del selectivo. Santander y BBVA se dejaron un 1,04 y un 1,01 por ciento, respectivamente, y los demás valores bancarios perdieron entre el 2,18 por ciento que cayó Sabadell y el 0,48 por ciento que perdió Bankinter.
Entre los grandes valores, Iberdrola bajó un 0,83 por ciento, Inditex un 0,6 por ciento y Repsol un 0,44 por ciento. Telefónica se dejó un 0,2 por ciento.
Gas Natural cayó un 0,82 por ciento después de que el viernes se conociese que al menos cinco grupos de energía e infraestructuras podrían presentar ofertas no vinculantes por el negocio italiano de la empresa.
En el plano macroeconómico, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, dijo el viernes que espera que economía y salarios crezcan.
También el presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, respaldaron una posición más dura sobre comercio si otros países bloquean el acceso a sus mercados.
Al otro lado del océano, las ventas de casas nuevas unifamiliares en Estados Unidos subieron en mayo y la caída en el mes previo no fue tan pronunciada como se pensó.
En este contexto, el Ibex cerró con una bajada del 0,74 por ciento a 10.630,8 puntos, mientras que en Europa, el índice FTSEurofirst 300 perdió un 0,23 por ciento.