"En España, el ritmo de avance de la actividad se ha intensificado a lo largo de la primera mitad del año", dijo el banco central en su informe.
Según sus estimaciones, el PIB habría crecido un 0,9 por ciento en el segundo trimestre frente al 0,8 por ciento en el primer trimestre y el 0,7 por ciento en el cuarto trimestre de 2016.
"El consumo privado habría recuperado un mayor vigor durante la primavera, apoyado en la continuación del proceso de generación de puestos de trabajo y en la prolongación de condiciones financieras favorables", dijo el Banco de España.
Otro factor favorable era el turismo, que siguió creciendo de forma vigorosa entre abril y junio, agregó.
Ante la intensificación del crecimiento global, el banco central advirtió que puede producirse un cierto impacto inflacionista en las economías desarrolladas, aunque señaló que en España no se anticipan tensiones inflacionistas en un horizonte de medio plazo por la moderación salarial y la bajada de los preciso del petróleo.
Para este año, la previsión oficial del Gobierno para la economía es de un crecimiento del 2,7 por ciento, aunque el ministro de Economía, Luis de Guindos dijo recientemente que debería alcanzar al menos el 3,2 por ciento registrado el año pasado.