La tasa de ahorro anual de los hogares se calcula sobre el periodo móvil de cuatro trimestres, ya que el ahorro siempre disminuye en el primer y tercer trimestre, y aumenta en el segundo y el cuarto, en tanto que en periodos de expansión es habitual que en el primer trimestre sea negativo (se gasta más de lo que se tiene).
Según las Cuentas Trimestrales no Financieras de los Sectores Institucionales, solo en el primer trimestre del año los hogares dispusieron de una renta bruta de 163.272 millones de euros, el 1,9 % más que un año antes, y gastaron 168.361 millones, el 4,9 % más.
Con ello, los hogares generaron un déficit (una vez tenida en cuenta la variación en los derechos por pensiones) de 5.573 millones, lo que supone una tasa de ahorro del -3,4 %, frente al -0,5 % del primer trimestre de 2016.
A ello se añade la inversión de los hogares, que creció un 33 %, hasta 9.852 millones, con lo que las familias generaron en el primer trimestre una necesidad de financiación (una vez tenido en cuenta el saldo de transferencias de capital del sector) de 15.234 millones, casi el doble que un año antes.
Por el contrario las empresas no financieras generaron una capacidad de financiación en el primer trimestre de 15.687 millones (34 % más), que en el caso de las instituciones financieras fue de 5.545 millones (46 % más), en tanto que el déficit de las administraciones públicas fue de 4.500 millones (73,8 % menos).
La suma de todos estos componentes da que la economía nacional registró en el primer trimestre una capacidad de financiación frente al resto del mundo de 1.498 millones, equivalentes al 0,5 % del PIB, tres veces y media más que un año antes.
La renta nacional alcanzó 276.775 millones, el 4,5 % más que un año antes, debido al aumento del 5,6 % del excedente de explotación bruto (margen de las empresas), hasta 113.175 millones, así como a un incremento del 3 % de la remuneración de los asalariados, hasta 128.270 millones.