Cataluña importa poco entre los tiburones del mercado de renta fija. Los grandes inversores internacionales y las agencias de rating apenas tienen en cuenta la cuestión secesionista en su valoración de la deuda soberana española, pues, según Société Générale, descartan cualquier posibilidad de ruptura entre Madrid y Barcelona.
El director general de financiación y mercados para España y Portugal de Société Générale, Arturo Alonso, ha señalado que la ¿calma¿ que reina entre los pesos pesados del mercado secundario de deuda es fruto de que ¿los mecanismos legales con los que cuenta el Estado español para impedir el referéndum son tan claros y obvios¿ que no se da importancia alguna al órdago lanzado desde Generalitat a modo de paso por las urnas el próximo 1 de octubre.
Alonso ha destacado también que la posibilidad de que este referéndum se celebre sigue siendo un ¿imponderable¿ para cuantificar en qué medida cambiarían las políticas económicas de España. Este es el factor que más tranquilidad estaría aportando a las agencias de calificación crediticia, que apuntan precisamente a Cataluña como la hipotética gran perjudicada en sus contados informes sobre una cuestión que acapara la actualidad política desde hace meses.
Esta opinión es compartida por la plana mayor de Société Générale en España. Javier Guzmán, codirector de mercados de capital de la entidad, ha recalcado que el gran perdedor en cuanto a acceso al mercado de capitales sería Cataluña. Una circunstancia que apoyan en el hecho de que la ratio de cobertura y sobresuscripción de las subastas celebradas en los últimos meses por el Tesoro Público se mantienen estables a pesar del aparente auge del pulso independentista de la región levantina.
Desde la entidad de origen francés, que actúa frecuentemente como entidad co-colocadora de emisión públicas españolas -entre ellas la de 5.000 millones de euros en un bono a 10 años ligado a la inflación del pasado abril-, subrayan que en los roadshows que han celebrado con la institución pública, tan solo un inversor preguntó por la situación de Cataluña. Y a modo de ¿curiosidad¿.
VOLÚMENES DE EMISIÓN AL ALZA
Las cifras de actividad emisora de las instituciones públicas españolas del primer semestre del año avalan esta teoría de la tranquilidad. El Tesoro ha colocado casi 81.000 millones de euros en este periodo, un 19% más que hace un año. Además, el volumen conjunto captado por organismos públicos vía subastas sindicadas es a cierre del pasado junio ya un 11,4% superior a lo captado a lo largo de todo el ejercicio 2016. En total, 34.200 millones de euros frente a 30.700 millones, siempre según cifras recogidas por Société Générale.
Más allá de la emisión sindicada referida al precio de la cesta de la compra, la mayor de su especie celebrada desde octubre de 2014 en la Eurozona, destaca la colocación de 700 millones de euros en un bono verde de la Comunidad de Madrid y la celebrada por Adif también con criterios de sostenibilidad y por 100 millones menos que la región capitalina.
La nota negativa la aporta la demanda inversora media registrada en las adjudicaciones de bonos y obligaciones celebradas en los seis primeros meses del año. Esta cifra es un 15% inferior a la de hace un año, pero en ningún caso se atribuye a Cataluña desde el banco francés. En su lugar, señalan al referido aguante de la tasa de cobertura, así como al retraso en decisiones de inversión en renta fija vinculados a la espera de decisiones por parte de los grandes bancos centrales del mundo, en especial de la Reserva Federal estadounidense.