En un dossier de prensa el gabinete del primer ministro, Edouard Philippe, explicó que buena parte del dispositivo pretende ofrecer "estabilidad y previsibilidad" fiscal a los operadores económicos, y detalló algunos cambios para dar mayores ventajas a las empresas.
Entre ellas está la anulación de la extensión prevista de la base impositiva de la tasa sobre las transacciones financieras, que se votó en 2016, "sin preparación", y que a juicio del Gobierno "es inaplicable y penalizaría la plaza de París y la coherencia de (su) política fiscal".
Otra es la reducción por etapas del tipo del impuesto de sociedades que se aplica en Francia para dejarlo en el 25 % "de aquí a 2022", en línea con una de las promesas electorales del nuevo presidente francés, Emmanuel Macron.
Para "reducir el diferencial" del costo del trabajo de alta cualificación en el sector de las finanzas entra Francia y otras "economías europeas comparables" se suprimirá un suplemento del 20 % del impuesto sobre los salarios que se creó en 2013.
Además, las primas diferidas que tienen algunos empleados del sector financiero no se contabilizarán para el cálculo de las indemnizaciones por despido.
El gabinete del primer ministro no se privó de señalar que la reforma laboral que está en proceso de elaboración "permitirá más globalmente fijar un marco más visible y más simple para las empresas que invierten" en Francia.
En el terreno jurídico, se creará una sala especializada en el Tribunal de Apelación de París para ocuparse de los contenciosos internacionales de negocios.
Se crearán tres nuevos liceos internacionales, y así se va a transformar uno que se encuentra próximo al barrio de negocios de La Defense, en las afueras de la capital francesa.
Paralelamente, el Gobierno confirmó una serie de "infraestructuras clave" en materia de transporte, como el futuro enlace ferroviario directo entre París y el aeropuerto Charles de Gaulle, conocido como CDG Express.
Philippe justificó estas medidas porque "la recomposición del paisaje financiero europeo está en marcha".
"París va a hacer valer todas sus bazas, pero no será suficiente si no corregimos algunos obstáculos. Por eso las medidas que hemos discutido juntos y que anunciamos hoy muestran nuestra determinación común para hacer nuestra plaza más competitiva y más atractiva", dijo junto a la alcaldesa de la ciudad, Anne Hidalgo, y a la presidenta de Ile de France, Valérie Pécresse.